Luego de que el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villas de Gualará, Cristian José Marín Otavo, denunciara que un hombre llegó con machete en mano a su casa con la intención de agredirlo, un grupo interdisciplinario de la Policía Metropolitana estuvo en el lugar y se fijaron unos compromisos.
Según informó la Institución, el primero de ellos es el de denunciar los hechos ante la autoridad competente una vez sean identificados los actores del conflicto; y activar de nuevo las medidas de protección a Marín Otavo, consistentes en rondas y revistas policiales.
Asimismo, oficiaron a la Unidad Nacional de Protección (UNP), la Defensoría del Pueblo y Alcaldía de Ibagué sobre estos hechos con el fin de garantizar la protección de este líder comunal y social.
Por último, oficiar a la Oficina de Control Disciplinario Interno (Codín) de la Policía Metib para que inicie la investigación correspondiente sobre los uniformados que presuntamente estarían involucrados en los hechos denunciados por el ciudadano.
¿Qué ocurrió?
El lunes 16 de noviembre en la noche, Cristian José Marín Otavo denunció que a su vivienda ubicada en Villas de Gualará llegó un hombre armado con un machete e intentó agredirlo. El líder comunal dijo que había denunciado ante la Policía del Cuadrante una actividad ilícita que produjo el cierre temporal de una actividad comercial de una licorera y que supuestamente los uniformados le habrían informado al propietario del negocio quién estaba detrás de la denuncia y con ello, puesto en peligro la integridad de Marín Otavo.
“La versión del muchacho es que por mi culpa le cerraron el local. Hace unos días hubo un tiroteo. Atacaron a unas personas que estaban bebiendo licor en el andén del negocio y un sujeto quedó herido. Días después le impusieron el comparendo y supuestamente el capitán Villamarín aseguró que yo los había mandado”, dijo Marín Otavo a Q’HUBO hace unos días.
Los uniformados se entrevistaron con Rodrigo Reyes, comerciante que vende licor en su vivienda ubicada en la Supermanzana 7 manzana 4 casa 11 del mismo sector.
Reyes les indicó que tenía una licorera, pero por la pandemia tuvo que cerrarla y llevar los productos para su vivienda, donde los tiene guardados y los vende a domicilio. Además que está adelantando los trámites legales de manera virtual ante la Alcaldía.
Y además reconoció que su sobrino David Santiago Arenas sí fue a la vivienda del Presidente de la JAC con un machete en la mano, alterado y en estado de alicoramiento. Agregó que le reclamó por una supuesta persecución contra su familia, pero que el comerciante intervino de manera inmediata y pacífica.