El alma, la parte más profunda del ser humano, es la protagonista de ‘Soul’, la nueva película de los estudios Pixar que se adentrará en el porqué de nuestra personalidad de una manera muy similar a la que ‘Inside Out’ (Intensamente) exploró nuestras emociones.
El estreno que la factoría de animación responsable de «Toy Story» y «Cars» ha preparado para esta Navidad no es una continuación de la película de 2015, pero es su filme más parecido: Mientras que en la primera cada sentimiento era un personaje, en esta ocasión lo son las almas de uno y su mundo interno.
«Son completamente diferentes, habrá cosas similares aunque ‘Inside Out’ se basaba mucho en la física, y esta es más metafísica, más relacionada con el sentido de la vida», afirma a Efe su director, Pete Docter, ganador de dos premios Óscar por «Up» (2009) e «Inside Out» y director creativo de Pixar.
La película se iba a presentar en la gran pantalla el 20 de noviembre (después de haber retrasado su estreno original del 19 de junio), pero finalmente se lanzará directamente en la plataforma Disney+ el 25 de diciembre, día de Navidad.
«Creamos la película para una gran pantalla, pero creo que seguirá llegando a la gente», señala el realizador.
La decisión de evitar los cines y cambiar el destino original del filme parece completamente en sincronía con el momento en el que llega: Unas Navidades pensadas para que la gente se reúna y en las que hay que estar más separados que nunca. Incluso su argumento también va en la línea.
LA TENSIÓN ENTRE EL MUNDO REAL Y EL PLATÓNICO
«Soul» gira en torno a Joe, un jazzista no especialmente exitoso agotado por dar clases de música a alumnos sin motivación que, tras un desgraciado accidente, cae en el Gran Origen, un lugar en el que cada alma adquiere sus rasgos singulares para formar una personalidad antes de trasladarse a la Tierra.
Ahí Joe -más bien el alma de Joe- tratará de «resucitar» para volver a Nueva York, aunque en el camino se encontrará con otras almas extravagantes, temerosas, competitivas e incluso una cínica antagonista que desprecia la vida humana y terrenal.
«El protagonista es un existencialista», describe Docter, convencido de que esta es la película de Pixar que, entre dibujo animado y broma, más se acerca a la pregunta de las preguntas: El sentido de la vida.
«Muchas personas no terminamos donde esperábamos o cuando llegamos no era como creíamos -sentencia-. Vivimos muy pegados a los objetivos en lugar de ver quiénes somos desde dentro».
Saturados de películas con el lema «lucha y conseguirás tus sueños», los guionistas labraron una historia que parte del supuesto fracaso y que no llega necesariamente al objetivo más obvio.
EL PRIMER PROTAGONISTA NEGRO DE PIXAR
En su búsqueda por dar con un protagonista que tuviera una pasión desbordante primero pensaron en un actor, «pero parecía que solo intentaba ser famoso», hasta que llegaron al jazz. «Uno no se mete a ser músico de jazz para ganar dinero», opina Docter.
Y en esa sucesión de ideas determinaron que la música soul, término que define al género y al alma en inglés, daría ritmo a la cinta.
«El soul fue creado por afroamericanos, así que dimos con el primer protagonista negro de Pixar», puntualiza el realizador. Otro aspecto en sincronía con el transcurso de este año.
¿Qué faltaba entonces? Pues imaginar cómo son nuestras almas y dónde habitan.
«Hicimos mucha investigación para entender el mundo de las almas, hablamos con líderes religiosos, filósofos pero la mayoría nos describían una teoría alejada de lo físico», explica.
Pasaron cuatro años en el estudio hasta que terminaron un planeta etéreo, abstracto y algo esponjoso en el que los espectadores descubrirán, o al menos pondrán imagen, a lo más profundo de su ser.