Las autoridades están tras la pista de personas inescrupulosas que estarían engañando a usuarios de la Secretaría de Movilidad en la elaboración de licencias de conducción.
César Fabián Yáñez, jefe de la dependencia, indicó que estas irregularidades fueron evidenciadas al sorprender a varios ciudadanos intentando gestionar trámites con documentación falsa.
“Estas personas les dicen a nuestros usuarios que por un monto de dinero y con ayuda de funcionarios de la dependencia, le entregan su licencia de conducción nueva sin ningún trámite, hecho que es totalmente falso”, advirtió el Funcionario.
La Secretaría de Movilidad efectuó un llamado a los ibaguereños para que se asesoren con personas de confianza para gestionar sus procesos o acercarse a las instalaciones de la dependencia para que funcionarios capacitados atiendan sus solicitudes.
Recuerde que los falsificadores de licencia de conducción y las personas que sean sorprendidas por las autoridades con dicho documento pueden enfrentar penas de prisión de cuatro a 12 años.
LA INVERSIÓN
Tramitar la licencia por primera vez, incluido el curso de conducción, vale en promedio un millón 200 mil pesos. Para la licencia de moto el valor es de 840 mil pesos.
UN CAPTURADO
El secretario César Fabián Yañéz invitó a los ciudadanos a desconfiar de personas que le prometan tramitar la licencia de conducción en un día.
Según el Funcionario, un usuario fue a sacar un vehículo que estaba inmovilizado y presentó una licencia de conducción nueva, pero falsa.
Como el hombre no quiso colaborar y brindar información sobre cómo había conseguido el documento fue capturado en las instalaciones de la Secretaría.
TRES RAZONES
Según el Ministerio de Transporte, existen tres clases de usuarios que acuden a este tipo de ilegalidad para poder conducir en Colombia:
1. Aquellas personas que tienen la licencia suspendida por alguna infracción previa (especialmente embriaguez).
2. Los conductores que no cumplen con los requisitos legales y físicos para obtener una licencia.
3. Aquellos que deciden voluntariamente no realizar el curso de conducción y presentar los exámenes correspondientes acudiendo a “tramitadores”, quienes finalmente los estafan.