Desde hace varias semanas, un grupo compuesto por más de 270 familias se asentó en unos terrenos ubicados a la entrada del sector Los Álamos, en la comuna Siete. Estas personas, que expresan no contar con empleo ni recursos para subsistir, han armado cambuches con plásticos, guaduas y otros materiales.
Debido a que tomaron las vías de hecho, la situación se ha tornado tensa, por cuenta de los cinco desalojos que ha llevado a cabo la Policía en las últimas semanas, por orden de la Administración municipal.
Buscan conciliar
Jonathan Vargas, habitante de la invasión y vocero de esta comunidad, pidió al Gobierno Local que tenga misericordia de estas familias. “Pedimos que nos escuchen, que tengan conciencia. Hay muchos niños, adultos mayores, personas desempleadas, discapacitadas y víctimas del conflicto armado. Por favor no nos lastimen. Somos y seguiremos siendo pasivos”, expresó Jonathan, quien relató que en el último desalojo, los uniformados se llevaron elementos como ollas, colchonetas y los cambuches que habían armado.
Según Vargas, la intención de las familias asentadas en el lugar no es apoderarse de los terrenos, sino llamar la atención del alcalde Andrés Hurtado y demás autoridades para que se acerquen a dialogar y acordar una solución de vivienda digna. Una habitante del lugar refirió al respecto: “Le hemos expresado a la Alcaldía que no queremos nada regalado, que si quieren, nos vendan, pero no tenemos toda la plata, entonces que sea 50 y 50”.
La ayuda
Desde hace varios días retornaron de manera gradual las familias, cuyos miembros refirieron no contar con recursos para pagar arriendo, servicios, ni ayudas del Estado. Así mismo, aseguraron que no son delincuentes, ni su intención es conformar una ‘olla’ en el lugar, pues son personas honestas, aunque carentes de oportunidades.
Según esta comunidad, cuentan con el apoyo del abogado y excandidato al Concejo, Hernando Álvarez Urueña, quien radicó un derecho de petición ante la Metib para que la Alcaldía lleve a cabo un censo y se busque el diálogo con los invasores, con el fin de buscarles una solución de vivienda.
DATO:
Habitantes del asentamiento refirieron que muchos de ellos son desplazados por la violencia y que su situación se complicó por la pandemia. Además, varios son desempleados y otros se dedican a oficios varios, a menudo mal remunerados.
