REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Con mucho dolor y en delicado estado de salud, está una niña de 10 años de edad, estudiante del Colegio Ciudad Ibagué de Boquerón. Fue mordida en su ojo izquierdo y en el mismo costado de la cara por un perro enrazado entre pastor alemán y criollo, cuando estaba dentro de la Institución Educativa.
El ataque
Eliana Fuentes, progenitora de la pequeña Isabela Echeverry, habló con Q’HUBO.
Contó que se enteró del ataque del perro porque su otra hija de 13 años auxilió a la hermanita, la llamó y le contó que se le había salido el ojo.
Por orden suya las menores de edad llegaron hasta la Clínica Nuestra en el barrio Varsovia, donde la atiende su EPS.
La menor afectada le contó que todo sucedió cuando estaban “en entrenamiento de voleibol, hacia las 6 de la tarde, con el equipo grande de calentamiento. Llegaron los perros, como el colegio no cuenta con un vigilante, es la misma aseadora, tienen unos perros bravos en jaulas”, afirmó.
Según la señora, los caninos se pasean por los salones, entran y salen cuando los niños están en las clases y están familiarizados con los animalitos. Todo ocurrió “cuando lo fue a acariciar. Sólo la atacó a ella”, dijo la mujer, que ayer en la tarde estaba a la espera de que su hija fuera atendida por un especialista en el Instituto Oftalmológico del Tolima.
Atención médica
Al llegar a la Clínica Nuestra la menor recibió la atención de primeros auxilios, no obstante, la preocupación de la progenitora es grande porque “el párpado está destruido, el ojo está echando pus. Le cogieron 17 puntos de sutura entre la frente y la ceja. No le hicieron nada más porque estaba muy delicada”.
“La niña está delicada, enfermita, no puede abrir el ojito, porque briega para abrir el otro ojo. Cuando llora es peor por el ardor. Es muy triste”, contó la mujer, quien trabaja en SST (Seguridad y Salud en el Trabajo) como inspectora de una obra.
Dejar un precedente
Pese a que el ataque sucedió la tarde del martes, ayer en la tarde cuando Q’HUBO habló con la mamá de la niña, indicó que del colegio la única persona que se acercó a hablar personalmente con ella fue el profesor de voleibol, quien acudió a la Clínica Nuestra cuanto terminó el entrenamiento. En cuanto al rector, dijo que: “me dijo que bueno para mi tranquilidad, tenían carné de vacuna de todos los perros y la estuviera informando”. La madre añadió, que “la idea es dejar un precedente y que no vuelva a suceder en el colegio”.
Cirujano plástico
Con su angustia de mamá por las consecuencias que puede tener su hija en el futuro por la herida que le dejó el canino, la madre enfatizó: “Quiero pedir ayuda públicamente porque necesitamos un cirujano plástico, porque la niña tiene la mitad de la cara totalmente afectada, porque me dicen que no cuentan con cirujanos plásticos y la médica de medicina general que le cogió los puntos me dijo que iba hacer lo mejor posible. Es mirar la forma que nos colaboren con un cirujano plástico porque el párpado está totalmente destruido”, concluyó la mujer, quien tuvo que pedir permiso en su trabajo y pagar los turnos en su trabajo.