Los restos de lo que fue un puente peatonal colgante son la única vía de paso para las familias que residen al otro lado de la quebrada La Chumba, en San Bernardo.
Unas guaduas con palos atravesados, pendientes de unas cuerdas sostenidas como por inercia, hacen que los habitantes de esta zona arriesguen su integridad cada vez que deben cruzar el afluente, con el peligro de que la destartalada estructura colapse y cualquier persona caiga a la corriente de la quebrada.
Además, por allí deben cruzar niños que transitan hacia sus escuelas. Hace algún tiempo, la comunidad había denunciado el mal estado del puente y solicitaron la construcción de una mejor estructura, pero no solo no se hizo efectiva la solución, sino que sus habitantes están a punto de quedarse incomunicados con el resto del poblado de San Bernardo, y lo que es peor, temen que alguien sufra un accidente.