Un hombre y su pareja sentimental deberán permanecer en un centro penitenciario por el delito de violencia intrafamiliar y tortura agravada en contra de una menor de 10 años de edad. La víctima es hija del sujeto.
La captura
La Sijín de la Policía Metropolitana de Ibagué capturó a la pareja con una orden judicial. El individuo, que se desempeña como guarda de seguridad, fue detenido en su lugar de trabajo. Por su parte, la madrastra de la pequeña fue aprehendida en una vereda de Cajamarca, donde la menor víctima habría sido maltratada.
El caso se conoció por la madre de la niña, que lo puso en conocimiento de las autoridades. Informó que su hija era agredida de manera constante por el papá y la madrastra, a quien la niña le decía ‘Mi madrastra’. Por ese motivo y la gravedad de la denuncia, inició una investigación en contra de la pareja.
Luego de tener el material probatorio en contra de ambos individuos, bajo la dirección de la Fiscalía 63 Local de Cajamarca fue materializada la orden de captura contra estas personas.
Maltrato y tortura
En un infierno que normalizó, debido a tanto maltrato físico y psicológico, vivía la niña de 10 años. Al hoy capturado no le importó agredir a su propia sangre. Hacía cerca de siete años el sujeto se había separado de la madre de sus dos hijos.
Debido a la situación económica, la mujer se fue a vivir a Antioquia con su otro hijo, mientras que el sujeto quedó al cuidado de la niña. El acuerdo fue mutuo, sin embargo, no se estableció bajo procesos legales. La progenitora llamaba y preguntaba por su niña. En una comunicación le preguntó cómo estaba y la menor de edad le habría contado que el papá le había pegado con una manguera, pero que era para corregirla.
Días después, la madre recibió una llamada anónima de un hombre que le recomendó que se desplazara hasta la ‘Despensa Agrícola’ sino quería ver muerta a su hija. Aseguró que los cuidadores de la niña la maltrataban bastante.
La madre se asustó y de inmediato viajó a Cajamarca. Primero llegó a la Comisaría de Familia y contó lo sucedido. Un equipo de profesionales se desplazó hasta la vereda. Allí presenciaron una triste escena cuando la madre fue a abrazar a la niña, que tenía el cuerpo lleno de hematomas y estaba dolorida. Asimismo, lucía baja de talla y peso.
La pequeña fue trasladada al Hospital Santa Lucía, donde el médico informó que tenía un cuadro de desnutrición.
Esta redacción conoció, además, que hubo varios hechos que pusieron en riesgo la humanidad de la menor de edad. Uno de ellos sucedió días antes de la visita de la madre.
Al parecer, el papá la castigó y la metió a una alberca, donde por poco se ahoga la niña, que no sabía cómo aguantar la respiración. Tanta fue la fuerza que hizo, que en su pecho le salieron pepas moradas y al tratar de salir del agua se golpeó la mandíbula.
Presuntamente, como parte de los constantes golpes que le propinaba a su hija, el sujeto usaba una manguera.
Supuestamente, él reaccionaba de esa manera porque su hija dejaba las puertas abiertas de la casa. En medio de la agresión el sujeto le habría dicho que si los llegaban a robar era culpa de ella, pero que si la violaban no había problema.
La tortura trascendió psicológicamente en la niña, que normalizaba el maltrato pues tanto el padre como la madrastra le decían que se ganaba las ‘pelas’ por ser desobediente.
Asimismo, la madrastra la habría agredido porque no se sabía las tablas de multiplicar o por cualquier error que cometía. También le habría dicho que a ella nadie la quería y que la mamá la había abandonado.
Asimismo, se conoció que la niña sufrió quemaduras que, según el dictamen de Medicina Legal, corresponden a primer grado. Lo anterior, se debió a que a ella le tocaba levantarse a las 4 a.m. a preparar sus alimentos y en una ocasión cuando usaba una olla a presión, se le estalló.
Según informó la Policía Metropolitana de Ibagué, a la niña le restablecieron los derechos y quedó bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.