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A la cárcel fue enviado Gabriel Enrique González Cubillos por haber asesinado a su hijo Gabriel, de cinco años de edad. El crimen ocurrió en la habitación de un hotel. La decisión la tomó el Juzgado Primero Promiscuo de Melgar, que efectuó la audiencia de manera reservada.
La captura
Según el delegado de la Fiscalía para este caso, que conmocionó al país, Gabriel Enrique González Cubillos fue detenido porque tenía una orden de captura vigente. Los servidores del Cuerpo Técnico de investigación (CTI), lo capturaron cuando salía de las instalaciones de la Estación de Policía del Nilo (Cundinamarca), al término de una audiencia virtual donde fue imputado por el delito de cohecho por dar u ofrecer. Cuando salió, personas le gritaban asesino y fue protegido por la Policía y por el CTI. El delegado de la Fiscalía le imputó al hombre de 50 años el delito de homicidio agravado, señalado de asesinar a su propio hijo la madrugada del 3 de octubre en el hotel El Rey, de Melgar. González Cubillos aceptó los cargos que le achacó la Fiscalía y podría afrontar una condena alta.
Así sucedió
Gabriel Enrique González Cubillos, el fin de semana llegó hasta una vivienda en el barrio Sierra Morena, en la localidad Usme de Bogotá. Como se había pactado el 23 de septiembre, ante la Comisaría de Familia, podía llevarse el niño cada 15 días. Pidió el baño prestado de la vivienda y dejó allí una memoria USB.
Junto con el niño, se fue al Parque Simón Bolívar. González Cubillos le envió un mensaje a su hermana que vive en el barrio Castilla y le dijo que no iba a regresar. Le informó que dentro de una moto había dejado un paquete con ocho millones de pesos.
En la noche del domingo llamó a la mamá de Gabriel y le dijo que había dejado una memoria USB en el baño. Ella revisó y encontró videos donde le hacía reclamos por su relación y anunció que iba a asesinar al niño.
La mujer denunció ante la Sijín de Bogotá, que revisó cámaras de seguridad y rastreó el celular. Ubicaron el dispositivo en Melgar.
Horas después, hacia las 4:07 de la madrugada del lunes, el sujeto le envió a la mujer un nuevo mensaje con la foto del niño acostado.Estaba tapado con una sábana y se veía el logo del hotel.El sujeto, escribió: “Hora de fallecimiento: 3:55 a.m. No sufrió. Ahora sí puedes disfrutar sola sin ‘trisitico’”.
La Policía del Tolima fue alertada por la Metropolitana de Bogotá sobre el paradero del niño en Melgar. Fue hallado sin vida en el hotel.
Aceptó el cohecho
Gabriel Enrique González Cubillos fue presentado ante un Juzgado de Control de Garantías en Girardot, donde la Fiscalía le imputó cargos por el delito de cohecho por dar u ofrecer, los cuales aceptó. Durante la diligencia, el ente acusador indicó que González Cubillos fue capturado en el kilómetro 23 más 500 metros de la vía que conduce de Girardot a Bogotá (Cundinamarca), en la vereda La Yucala, de Nilo, también en Cundinamarca.
El hombre iba caminando cuando los policías lo vieron. El sujeto al percatarse huyó hacia la zona boscosa y fue interceptado en el puente de la quebrada La Yucala. En este lugar, los policías le pidieron un registro voluntario y le hallaron el celular Samsung JT Prime blanco, una llave blanca con un llavero azul del Hotel El Rey con número de habitación 205 y una factura del 2 de octubre a nombre de él.
Asimismo, el hombre les indicó que en el bolsillo de la camisa tenía unos billetes, dos de 20 mil y dos de cinco mil pesos. Cuando le pidieron la identificación, les ofreció a los policías 50 mil pesos para que no lo detuvieran y no se lo llevaran, teniendo en cuenta que sabía que lo buscaban por la muerte de su hijo. González Cubillos, como parte de sus derechos como capturado, pidió llamar a la mamá de Gabriel y fueron los uniformados quienes le dieron la información a la señora sobre la detención.
Agradecimiento
La tía de Gabriel habló con algunos medios de comunicación y recordó que el niño siempre que la veía le decía: “hola Madrina”, haciendo énfasis en la ere y que era muy tierno. En cuanto al presunto homicida, dijo que espera, “que le caiga todo el peso de la ley. No merece más y que nos ayuden para qué él pague por lo que hizo”.
Y agregó, “ese man era cuerdo, sabía lo que hacía, él es muy tranquilo y no demostraba. Tuvo una semana, después del 23 cuando tuvieron la cita y fue muy relajado. Nosotros dijimos se calmó Gabriel y no, planeó todo para hacerlo” (sic).
Por último, agradeció a la comunidad en general por las velatones, el apoyo de la Policía y las alcaldías de Usme e Ibagué. El cuerpo del pequeño fue reclamado en el Instituto de Medicina Legal en Ibagué y trasladado a Bogotá, donde ayer en la iglesia Monte de Galilea, del barrio El Bosque, en la localidad de Usme, fue despedido en medio de globos y carteles con los que pedían justicia.
