IBAGUÉ. Así como lo ve, con dos tanques de oxígeno y en silla de ruedas debe andar Robert Guino Quintero Lozano, un ibaguereño de 48 años que afirmó que Medimás no le suministra los medicamentos ni insumos necesarios para lidiar su paraplejía.
“Si la EPS no me puede ayudar a tener una mejor calidad de vida, entonces les pido la eutanasia”, dice el hombre.
Historia. Antes del 19 de marzo de 2005, Robert era un hombre llenó de vida y fuerza. Era soldador y trabajaba en un taller de Bogotá, arreglando radiadores de carros.
Ese día se cortó el dedo medio de la mano izquierda con un ventilador y su vida cambió para siempre. Hoy, depende 100 por ciento de otra persona pues no se puede ni rascar el ojo por sí mismo.
“En ese entonces llegué a Saludcoop de la calle 100 de la Capital de la República y se demoraron más de 12 horas en entrarme al quirófano. Debido a eso perdí la mano”, le contó el hombre a Q’HUBO.
“A raíz de eso, en 2007 entré de nuevo al quirófano, esta vez, los médicos debían cortar un nervio que conectaba el cerebro con la médula espinal. Lo que se pretendía era desaparecer el dolor, pero la cura fue peor que la enfermedad”, añadió.
La operación lo dejó cuadripléjico y con insuficiencia respiratoria, entre otras dolencias.
Sin medicamentos. “La lucha con la EPS ha sido muy dura. Necesito enfermera las 24 horas del día pero en muchas ocasiones no autorizan el servicio”, aseguró el paciente.
“Necesito terapias respiratorias, físicas y ocupacional pero este año, por ejemplo, solo me han brindado las ocupacionales. Tampoco me dan los medicamentos ni insumos como guantes, gasas y tapabocas”, puntualizó.