REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Las autoridades continúan trabajando para esclarecer el homicidio del concejal Jeovanny Alirio Oliveros Mayorga, ocurrido el 11 de febrero de 2020 en Cunday. La Fiscalía General de la Nación con el apoyo de la Policía judicial logró la judicialización de dos hombres, presuntos responsables de los delitos de homicidio en concurso heterogéneo con fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, partes o municiones en concurso heterogéneo con hurto calificado agravado.
Se trata de los hermanos Andrés Leonardo y Jonathan Yair Tovar Leyva, quienes fueron capturados esta semana en Planadas y Cunday, respectivamente.
De acuerdo con las investigaciones, los hoy procesados ingresaron a la vivienda de la víctima y le habrían hurtado cinco millones de pesos en efectivo y un celular.
Se presume que los sujetos dispararon porque el político opuso resistencia al robo, causándole la muerte.
Por estos hechos, un juez con funciones de control de garantías privó de la libertad en establecimiento carcelario a los hermanos, quienes no aceptaron los cargos.
Era comerciante
El día del crimen, el concejal Oliveros Mayorga, un comerciante prominente del municipio, llegó a su casa con la suma de dinero, que al parecer correspondía a las ventas de una panadería de su propiedad. Los delincuentes ingresaron por la parte trasera, llevaban armas de fuego y como la víctima puso resistencia, le dispararon y quitaron la vida. Luego de conocido el homicidio, las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta 20 millones de pesos para dar con el paradero de los asesinos. Los primeros sospechosos fueron capturados en Cesar, en medio de operativos efectuados por las autoridades por el anunciado ‘paro armado’ del ELN.
Ya fueron condenados
Por este caso, fueron condenados a 20 años de prisión, Ómar Restrepo Perdomo y Brayan David Quintero Castro, luego de aceptar su responsabilidad y llegar a un acuerdo con la Fiscalía. Ambos permanecen en la cárcel. Una semana después del crimen, los sujetos fueron capturados en Curumaní (Cesar) y trasladados a Melgar, donde les imputaron cargos por homicidio agravado, porte ilegal de armas y hurto calificado y agravado.
Desde ese momento están tras las rejas. Se conoció que uno es de Caquetá y el otro de Cunday, pero al parecer no vivía allá.