Hace un par de semanas, el hogar Otálvaro Ávila, en Ibagué, recuperó todo su brillo y armonía, gracias a que retornó una de sus integrantes más queridas: ‘Dulce María’.
Se trata de una perrita de raza pequinés, quien el año anterior se extravió en la ‘Ciudad Musical’ cuando fue traída desde Ecuador durante unas vacaciones. Desde ese día, el hogar en mención no volvió a ser el mismo.
“Nosotros antes vivíamos en Quito. Visitamos a la familia acá, y el 21 de junio de 2019, en un pequeño descuido, ‘Dulce María’ se nos perdió. Para nosotros fue algo muy duro, pues ella es muy especial para mí, mi esposo y mis dos hijos”, sostuvo Yuliany Ávila.
“Para todos fue una situación muy dura, y de manera especial para los niños, pues era como una hermanita. Nosotros la buscamos por todos lados, hicimos lo que estuvo a nuestro alcance, pero no la encontramos”, relató Yuliany.
La familia regresó a Ecuador, pero este año optó por volver a la capital tolimense. “Por un lado, la crisis económica allá estalló, y preferimos retornar. Además, pensábamos mucho en ‘Dulce María’, y pues teníamos la esperanza de volverla a ver, pero eso solo podría pasar estando en Ibagué”, contó la señora Ávila.
Un informante fue clave
El destino estaba a favor de la familia Otálvaro Ávila, toda vez que en su retorno a la ‘Ciudad Musical’, y cuando realizaron el último intento en redes sociales por tratar de conocer el paradero de su ‘peludita’, les llegó una información importantísima, pero también preocupante.
“Una persona nos contactó, y nos aseguró saber el paradero de ‘Dulce María’. Nos dijo que una pareja de jóvenes la tenía, pero la escondían porque sabían que ella tenía una familia. Nos alertó de las horas cuando la sacaban a pasear de rapidez y a escondidas.
Nosotros hicimos un operativo de inteligencia, tomamos fotos, videos y cuando ratificamos que era ella, hablamos con el muchacho, pero siempre nos negó tenerla, a pesar de que ya lo habíamos visto con ella, e incluso la mostraban en sus redes sociales. Fue una postura muy injusta y cruel”, indicó la mujer.
Yuliany aseguró que “por la cuarentena, el tema en la Fiscalía y la respectiva denuncia era muy tedioso. Sabía que no pasaría nada. Por eso un día, hace un par de semanas, le dije a mi esposo que me acompañara hasta esa casa, porque iría por ella.
La recuperación
Nosotros llegamos, pero encontramos solo a la chica. Cuando ‘Dulce María’ nos vio, salió de inmediato a movernos la colita, y mi primera reacción fue tomarla, y decirle a mi esposo que nos subiéramos al carro. Antes de irme, le dije a ella que me la llevaba, porque la perrita debía estar con su familia”.
La señora Ávila sostuvo que esperaron unos días alguna reacción de los jóvenes, pero nunca ocurrió. Según ella, “porque sabían que hicieron las cosas mal. Si la cuidaron, me parece bien y doy las gracias, pero porqué negarla y esconderla. Eso no estaba bien, y nosotros tratamos de llegar a un acuerdo, aunque nunca reconocieron tenerla en su poder”.
Finalmente, refirió que “en mi casa volvimos a tener una felicidad completa. Mis hijos lloraron al verla asomada en el carro. Su alegría fue enorme, y nuestros vecinos también se pusieron contentos, pues sabían que la habíamos buscado por cielo y tierra, en redes, y contando con el apoyo de la página Misión Animal, de doña Diana Linares, quien siempre estuvo pendiente. Y también le agradecemos a nuestro informante, porque sin él no habría sido posible tener de nuevo con nosotros a ‘Dulce María’.
Mi consejo para las personas es que cuando encuentren un animal, primero se aseguren de que no tiene ya una familia. En nuestro caso pasó bastante tiempo, pero los chicos eran conscientes de que ‘Dulce María’ tenía un hogar, y no les importó. Entonces mi llamado es a pensar bien las cosas, y estar abiertos tanto a que nuestra mascota puede aparecer, o a que, si encontramos una, a que sus dueños tal vez lograrán llegar a su peludito o peludita algún día. Nosotros nunca perdimos la esperanza, y miren, ya está a nuestro lado”.
