RONAL RENGIFO ÁLVAREZ qhuboibague@gmail.com
El 2022 le deja al tolimense Yon Freddy Martínez la grata experiencia de jugar contra el mejor billarista del mundo.
En el deporte, no todos los días se ve que un atleta consiga enfrentar a su máximo ídolo. Por ejemplo, en octubre de 2020, la estrella francesa Kylian Mbappé no pudo ocultar su felicidad de medir fuerzas contra el portugués Cristiano Ronaldo, en un partido de la Liga de las Naciones.
Algo similar fue lo que vivió este mes el tolimense Yon Freddy Martínez, cuando en su tercer juego de la Copa Mundo de Billar a tres bandas en Egipto, tuvo que chocar nada más y nada menos que ante Dick Jaspers, considerado como el mejor de esta disciplina en la Tierra.
Mientras gran parte del Planeta tenía su mirada fija en la competencia de la FIFA que se cumplía en Catar, a dos mil kilómetros de distancia se encontraba el deportista de la ‘Tierra Firme’, analizando la estrategia que le podría servir para jugarle de igual a igual al neerlandés.
“Desde un principio asumí este duelo con mucha tranquilidad. No podía caer en la emoción de la admiración. Siempre estuve concentrado, y mi esfuerzo se enfocó en darle pelea. Al final no pude ganarle, pero terminé satisfecho con mi actuación. Eso fue lo más importante”, refirió Martínez a esta redacción.
Y agregó que “me dio confianza haberlo visto toda la vida en videos. Conocía muy bien su forma de competir, pero ya sobre la mesa, uno nota que este tipo de billaristas son la perfección que uno desea alcanzar.
En la partida me dejé tomar mucha ventaja de arranque, ya que al descanso íbamos 23-2. Cogió un vuelo impresionante muy pronto. Sin embargo, luego pude recortar y al final el marcador quedó 40-29. Fue complicado haber perdido tanto terreno al principio. Pero bueno, estas son experiencias que enriquecen demasiado”.
Cabe resaltar que previo a esta confrontación, Yon Fredy debutó con una derrota muy ajustada (40-36) ante Peter Ceulemans (Bélgica), aunque luego se impuso (40-32) sobre el coreano Ye Sung Jeang.
“No me alcanzó para avanzar a la siguiente instancia, pero aun así me fui tranquilo. Lo dejé todo, y creo que les di batalla a cada uno de mis contrincantes, siendo esta mi primera cita orbital”, manifestó Martínez, quien llegó de ‘carambola’ a Egipto.
No porque no lo merecía, sino que inicialmente su destino era el Campeonato Mundial que se llevó a cabo en Corea del Sur. Lastimosamente no estuvo allí por una falla en la distribución de los cupos orbitales que entregó el Panamericano de Perú, donde acabó octavo.
“Habría sido genial asistir a los dos certámenes, pero no se dieron las cosas. Al final, creo que este año ha sido uno de los mejores de mi carrera, ya que obtuve mi primer título nacional individual, representé a Colombia en Lima y luego viví lo de Egipto.
De cara a los Juegos Nacionales de 2023, estas han sido gratas experiencias, y ojalá el otro año también pueda competir por fuera del País, para llegar de la mejor forma a las justas en el ‘Eje Cafetero’”.