Luego de permanecer durante más de un año en Canadá, el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia Leonidas Bustos, investigado por el denominado ‘Cartel de la Toga’ reapareció como testigo en el proceso que se surte contra su excompañero Francisco Ricaurte.
Bustos fue llamado en calidad de testigo y respondió una serie de preguntas que le hicieron el delegado de la Fiscalía y la defensa de Ricaurte con el fin de vislumbrar lo ocurrido en el entramado de corrupción que se suscitó en el interior de la justicia colombiana.
El exmagistrado, de quien se sabe está en Canadá, y que abandonó el país una vez empezó su proceso en la Comisión de Acusaciones en el Congreso de la República, aseguró ante el Juez 10 de Conocimiento que durante su paso por el alto tribunal no conoció de prescripciones de casos penales en relación con la parapolítica.
Esta afirmación la hizo debido a que en las investigaciones trascendió que Bustos, Ricaurte, el exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno y los también exmagistrados Gustavo Malo y Camilo Tarquino, conformaron una estructura ilegal que a cambio de cuantiosas sumas de dinero favorecían a aforados en procesos judiciales precisamente por parapolítica.
En medio de la diligencia, Juan Sebastián Fajardo, abogado de Ricaurte, le preguntó a Bustos sobre su posible cercanía con los exsenadores Julio Manzur, Álvaro Ashton, Musa Besaile, el exgobernador del Valle Juan Carlos Abadia, el exfiscal Moreno y algunos magistrados que hicieron parte del alto tribunal mientras estuvo como miembro de la corporación.
Sobre Manzur dijo que «lo conocí de manera general, porque no era el ponente del caso». Además, sobre las reuniones que pudo sostener con funcionarios de la corporación penal, el exmagistrado expuso que «cuando habían reuniones con los magistrados, ellos indicaban el estado de las investigaciones, sobre todo de cuando llegó el expediente a la Corte, cuándo se profirió el auto, qué diligencias se habrían realizado».
Bustos añadió que, en medio de esos acercamientos, nunca le entregó información de ningún proceso a ninguna persona distinta a su grupo de magistrados auxiliares, y que además, «ningún magistrado se presentó en mi despacho o se acercó a mí a solicitarme información sobre algún proceso. Tampoco fui yo a ningún despacho ni abordé a ningún funcionario o magistrado para solicitar información sobre algún proceso».
Respecto del exfiscal Moreno, hoy condenado a cuatro años por tales hechos, Bustos aseguró que «nunca induje al doctor Moreno ni nadie a realizar algún acto de corrupción», por el contrario, aseguró que participó en una decisión en la cual se le compulsó copias al exfuncionario de la Fiscalía y estuvo de acuerdo con la decisión.
En más de una ocasión Moreno ha expuesto que su cercanía con Bustos lo llevó incluso a regalarle un reloj marca Cartier y recibir alrededor de 200 millones de pesos con el fin de favorecer a exsenadores en sus proceso judiciales. Estos señalamientos fueron desmentidos por el exmagistrado durante la diligencia.
«No se lo recomendé a nadie, no se lo presenté a nadie, ni lo patrociné en nada», dijo y aseguró respecto de las investigaciones que reposan en su contra que «nunca constituí una organización criminal ni con Malo, Gustavo Moreno o Ricaurte. Nunca cometí un acto irregular siempre obré conforme a la ley».
Bustos añadió que ningún magistrado influía en las decisiones de los demás y que cada uno defendía sus posiciones en las salas.