Como héroes deportivos fueron recibidos ayer en Ibagué los jugadores y el cuerpo técnico de la Selección Tolima Juvenil de fútbol, la cual se coronó campeona nacional de la categoría luego de vencer a la siempre favorita Antioquia en la gran final del certamen disputado en Barranquilla.
Néstor Cortés, entrenador del conjunto ‘Pijao’, contó que “lo que vivimos es algo indescriptible. Fueron muchas sensaciones encontradas. Yo sentí alegría, euforia, y también nostalgia. Estoy seguro que en ese momento no habíamos dimensionado lo que habíamos conseguido”.
El profe manifestó que “fue gratificante poder culminar la proyección que teníamos, cumpliendo el objetivo principal. Hicimos realidad un sueño, tanto los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos”.
Tras la salida del ‘profe’ Jorge Luis Bernal para unirse a Patriotas, Cortés dejó de ser asistente para asumir el rol de DT, y aseguró que “se trabajó sobre la misma base, con un equipo ordenado, encargado de tratar bien la pelota e inteligente para aprovechar las diferentes circunstancias del juego”.
Eso sí, reconoció que “tal vez, lo que quise fue imprimirle un poco más de velocidad a los contragolpes. Eso, entendiendo que la potencia no era uno de nuestros fuertes, pero sí la agilidad”.
Cabe resaltar que, de la plantilla de 25 futbolistas, el estratega ibaguereño refirió que “tan solo seis no son de la región, pero estoy seguro que la sienten como propia, y defendieron los colores Vinotinto y Oro como los otros chicos, quienes sabían la enorme responsabilidad que tenían”.
De su cuerpo técnico comentó que “sin ellos esto no habría sido posible. Hárrison Mendoza (preparador físico) es una máquina de trabajar, había que pararlo, al igual que Elkin Granados (preparador de arqueros), un profesional muy entregado.
Y José Murillo (kinesiólogo) hizo un aporte fundamental para tener siempre en óptimas condiciones a los muchachos. Además, no puedo olvidar el granito de arena del sicólogo César Pérez”.
También dijo que “todo este engranaje funcionó correctamente gracias a la gestión del presidente de la Liga, Rafael Rodríguez, y también fue fundamental el apoyo de Indeportes Tolima, a través del gerente Alexander Castro”.
Cortés sostuvo que “la final fue contra Antioquia, pero el partido ante Atlántico fue la gran prueba de fuego en semifinales (1-0). Era el local, está acostumbrado al campo, al clima y lucía muy fuerte. Pero le ganamos, y ahí nos convencimos que podíamos hacer historia.
La reflexión de esta linda experiencia es que nunca debemos dejar de creer. La fe siempre debe estar intacta, y tenemos que entender que cualquier sueño se puede hacer realidad, si trabajamos con mucho compromiso”.