Félix Enrique Robayo, un joven tolimense dedicado a labores del campo, lleva nueve meses recuperándose de un trágico accidente de tránsito ocurrido en Piedras. El choque entre dos motos dejó dos muertos. Por fortuna él y su padre vivieron para contar la historia, aunque han pasado días muy difíciles, días en los que si almuerzan no cenan. El joven es padre de dos niños y eso lo acongoja más en una época como navidad.
La historia
El 21 de marzo de 2021, Félix y Jorge Eliécer Robayo, de 60 años, salieron de su casa ubicada en Piedras a bordo de una motocicleta. El reloj marcaba la 1:50 de la madrugada y su destino era una finca en la vereda Góngora donde tenían la misión de ordeñar 52 vacas.
“Mi papá estuvo varios meses delicado de salud y por eso me había dejado el ordeño a mí. Sin embargo, justo ese día, él me dijo que quería ir a la finca a ver cómo se sentía. La intención era que él volviera a su trabajo y yo buscara otro. En ese momento, en el día, me dedicaba a labores de construcción y en lo que me saliera. Mi niña y mi niño son mi adoración y por eso la platica nunca faltaba en el hogar”, aseguró el muchacho.
Recordó que la vía estaba muy oscura. Para empeorar la situación, las luces del rodante estaban bajitas por lo que decidió andar muy despacio. “Iba muy despacio, a unos 20 kilómetros por hora porque iba con mi papá y no quería que nada malo le pasara”, señaló.
No obstante, frente a la finca La Pampa, en la vía Alvarado – Piedras, la vida se le fracturó «en mil pedazos».
Dos muertos
“Yo vi que una moto, en sentido contrario, venía a toda velocidad y sin luces. Paré, creí que el conductor nos iba a ver y nos iba a esquivar pero no fue así. Nos pegó de frente. Quedé a tres metros de mi moto con fracturas de cráneo, brazo, mano y la más grave, de cadera. Mi papá no tuvo ninguna fractura, pero por unos días perdió la memoria y quedó con dolores de cabeza”, refirió el afectado.
Luego del choque, Félix quedó inconsciente. Más o menos a los 30 minutos cuando despertó, el cuerpo de la mujer que venía como acompañante en la otra moto estaba en la vía, ya tapado con una sábana. Mientras tanto, paramédicos trasladaban al otro conductor a un centro médico, donde horas después falleció.
Dolor y tristeza
«Ha sido una experiencia muy dura. Duré meses sufriendo dolores terribles porque la parte del fémur que va incrustada en la cadera se partió y el trámite para la cirugía fue demorado. Me hicieron un trasplante de cadera. En total fueron siete fracturas, he pasado por cuatro cirugías y faltan dos», contó.
Confesó que lo más triste es que no ha podido volver a trabajar y tal vez nunca pueda volver a desempeñarse como antes. Durante casi un año ha vivido de la misericordia de familiares y amigos, situación que nunca imaginó vivir.
«Es duro, muy duro no poder trabajar y por tanto no tener ingresos. Uno aguanta pero los niños no. Los niños me dicen: papá tengo hambre, entonces toca tasar cada alimento que llega a la casa. Hasta ahora estoy volviendo a caminar, pero muy despacio. Según los médicos nunca podré volver a correr ni hacer fuerza y la mayoría de trabajos del campo requieren fuerza «, dijo.
Su emprendimiento
Gracias a la colaboración de amigos y personas allegadas, Felix reunió un capital y la semana anterior compró 60 gallinas ponedoras y 40 pollos incubadores. Su ilusión es que en tres meses empezar a vender los pollos blancos y en cinco empezar a comercializar los huevos. “Me preocupa que el bulto de comida para los animales cuesta 110 mil pesos y dura entre 15 a 20 días. Le hago un llamado a las personas de buen corazón. Gracias a Dios los vecinos y amigos han sido buenos conmigo, pero la gente no puede ayudarme todos los días o todos los meses. Mi esperanza ahora está puesta en las gallinas”, puntualizó.
El terrible accidente
En el accidente fallecieron Wendy Melissa Rivera y Raúl Andrey Lozano. La muchacha de aproximados 22 años iba como acompañante y falleció de manera inmediata. El conductor falleció horas después en un centro médico de Ibagué debido a que sufrió un trauma craneoencefálico severo. Al parecer, conducía bajo los efectos del alcohol.
Las personas que deseen ayudar a Félix con mercado y comida para sus pollos, pueden contactarlo a la línea celular 310 3571079.
29 años de edad tiene el joven. Hasta ahora está volviendo a caminar.
