FLANDES. Con su alto mando pero sobre todo con el amor de padre y el deseo de encontrar a su hijo, el brigadier general William Ernesto Ruiz Garzón, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga lideró el operativo de rescate de su ser querido y del instructor Raúl Quinchía, en el Río Magdalena.
Después de 24 horas de la tragedia aérea en Flandes, donde una aeronave de instrucción chocó con otra cayendo una al afluente y la otra voló hacia el Aeropuerto Santiago Vila con su tripulación a salvo, la Cruz Roja, Defensa Civil, la Dirección General Marítima, el grupo C-Sar de búsqueda y rescate en combate del Ejército con base en Tolemaida y rescatistas de la Policía Nacional zarparon al agua con el único objetivo de encontrar la avioneta HK 2029 de la empresa Acahel donde iban el joven de 20 años de edad y el instructor.
El primer barrido inició ayer sobre las 8:00 de la mañana y luego uno a uno de los rescatistas buscaron en la zona donde según testigos cayó la aeronave. Desde sus lanchas lanzaron cuerdas y ganchos con la esperanza de hallarlos, mientras que desde la orilla el brigadier general Ruiz Garzón, instruía al grupo rescatista.
Aunque el río bajó aproximadamente dos metros, la corriente seguía fuerte pero aún así perduró el anhelo de tener respuestas positivas.
El sector conocido como El Paso, entre la ‘Tierra Flamenca’ y Girardot, Cundinamarca se llenó de soldados y policías en sus embarcaciones. A una de ellas se les enredó el lazo con la que estaban rastreando la aeronave con un objeto.
Por orden de las autoridades, las personas que desde el puente miraban el operativo fueron retiradas al igual que los medios de comunicación.
El reloj marcó las 12:00 del mediodía y el sol calentó más, pero aún así surgían ideas para encontrar a Ruiz Chamorro y Quinchía. Desde el cielo un helicóptero sobrevoló la zona y las lanchas no pararon el recorrido por el afluente, que inició desde el embarcadero turístico San Miguel de Girardot hacia Flandes.
Por un momento la zona se puso en calma y una lancha se centró en un punto específico, al parecer uno de los ganchos que lanzaron al Magdalena agarró un objeto por lo que sospecharon que la aeronave estaría ahí. Mientras que en la orilla el grupo de rescate coordinaba lo pertinente.
A eso de la una de la tarde, la lancha de la Policía tripulada por un mayor se acercó al tramo pues el sensor detecto un objeto y 25 minutos después los gritos de “se volteó, se volteó, la lancha se volteó” se escucharon en medio de la corriente, pues la tripulación cayó al agua y las otras embarcaciones inmediatamente los auxiliaron.
Al cierre de esta edición, los organismos de socorro continuaban con la búsqueda.
Profundidad. Al parecer la avioneta estaría a 20 metros de profundidad del Río Magdalena.
ANNY CAMPOS
Enviada especial Flandes/Q’hubo