IBAGUÉ. El desmovilizado de la guerrilla del ELN, Mauricio de Jesús Morales Quintero, declaró en el juicio oral en el que se investiga a Pedro Andrés Laserna Mendieta por el secuestro y muerte de los gemelos Juan Sebastián y Diego Alejandro Tabares Reyes. El hombre señaló que no conocía al procesado.
Morales Quintero, conocido dentro del grupo ilegal como ‘Junior’, refirió que perteneció durante cuatro años al Frente Bolcheviques del ELN, que operaba en el norte del Tolima, y que permanecía en Líbano, Murillo, Casabianca y Villahermosa.
Refirió que conoció al procesado el martes cuando iban en el bus de remisiones hacia el Palacio de Justicia, porque no lo había visto antes. Además no estuvo en Anzoátegui.
Morales Quintero indicó que entre el 31 de agosto y el 6 de septiembre de 2011 se encontraba en Soacha, Cundinamarca, trabajando como vigilante en el Parqueadero La Morena, y el 16 de septiembre del mismo año fue detenido.
Añadió que desde esa fecha está en prisión.
Por último, manifestó que no conoció a Mariela Tabares, y que el comandante del grupo ilegal al que perteneció era alias ‘Mauricio’, sin apellido.
Además, que quienes lo conocían a él, lo llamaban ‘Junior’.
Otros testimonios
El sacerdote Ómar Morales, párroco de la Iglesia de Anzoátegui, refirió que no conocía al procesado, pero se comunicó vía telefónica con él para lograr la liberación de los pequeños, y que fue hasta la vereda Puerto Colombia, cerca a Murillo, donde lo recogió, reconoció su voz y lo llevó hasta Santa Isabel. Allí la Policía lo capturó.
De igual manera, habló Luz Marina Rojas, quien afirmó que el día de la desaparición de los niños vio desde el segundo piso de la galería del pueblo cuando los menores, en medio de alegría, saludaron al detenido y él se los llevó de la mano por la salida hacia el Hospital, rumbo a la casa de los pequeños y por el puente El Fierro.
Atestiguaron el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Papayal y su padre, en cuya finca se quedó Laserna Mendieta el 30 y 31 de agosto de 2011. Refirieron que el detenido estuvo esos dos días en su casa, pero no los dejó dormir porque le sonaba mucho el celular, y contestaba a cada rato el teléfono.
Además, que le vio un cuchillo en la pretina del pantalón, debajo de la camiseta con la que apareció en los medios de comunicación cuando se publicó su captura. Lo notaron intranquilo y les contó que le había pegado tres puñaladas con una puñaleta de cacha amarilla a una persona, y sostuvo que era el mediador para liberar a los niños y que los tenía Mauricio Morales, a quien la madre de los pequeños había denunciado.
