ROVIRA. Desconsolados por la pérdida de su pequeño ángel estaban los padres de Robinson Alejandro Tibaduiza Pinzón ayer a las afueras de Medicina Legal de Ibagué, a la espera de que les entregaran el cuerpo. El niño murió por inmersión.
Historia. Sin signos vitales llegó ‘Alejito’ al Hospital San Vicente de Rovira y aunque los médicos de turno hicieron maniobras de reanimación, este no respondió y fue declarado su deceso el lunes al caer la tarde.
Posteriormente, miembros de la Policía del Tolima y criminalistas arribaron al centro asistencial para hacer las indagaciones sobre su fallecimiento.
Al parecer, el pequeño estaba con su familia en el balneario La Rochela, a dos kilómetros de la vía que comunica al ‘Encanto de Manantiales’ con la capital Musical donde se ahogó.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, Yurany Stefany Pinzón, de 23 años de edad, progenitora de Robinson Alejandro y residente en Manizales les informó que minutos antes de la tragedia su primogénito estaba jugando con un balón, pero se perdió de la vista de los parientes mayores de edad.
Cuando notaron la ausencia del bebé iniciaron la búsqueda por todo el sitio turístico y se percataron que estaba sumergido en la piscina para adultos.
Inmediatamente lo sacaron, le dieron respiración boca a boca y al ver que no reaccionaba lo trasladaron hasta las urgencias más cercanas de la población.
Levantamiento. Los investigadores hicieron los actos urgentes y llevaron el cadáver hasta el Instituto Forense de Ibagué donde los médicos le practicaron la necropsia y entregaron a sus seres queridos para ser despedido.
Las autoridades investigan si el lugar cuenta con la normatividad legal para el funcionamiento de las piscinas como encerramientos, demarcaciones, salvavidas, entre otros
