Néstor Darío Saavedra Guerrero, quien fue denunciado por más de 50 personas por presunta estafa, relacionada con la compra de un lote en la vereda Aparco, de Ibagué, entregó su versión de los hechos.
Le dijo a Q’HUBO que efectivamente cuando negoció el lote y firmó la compra venta, en agosto de 2019, con el señor William Alvarado, él y unos miembros de la Fundación Olama (entidad de la que fue representante legal hasta noviembre de 2020), sabían que el predio estaba embargado.
“Nosotros sabíamos que el lote estaba embargado, pero la intención era entregarle al dueño el dinero necesario para que él cancelara la deuda para así poder firmar las escrituras. El lote estaba embargado, pero no había ningún remate”, dijo.
Y continuó: “El inconveniente empezó cuando la señora Olga Lucía Amaya (fundadora de Olama) empezó a desconfiar de mí y le dijo a los demás miembros que no consignaran más dinero. Entonces, no pudimos cumplirle con los pagos acordados al señor William”.
Indicó que como llegó diciembre de 2020 y la Fundación solo le había pagado 357 millones de pesos, de los mil 150 millones de pesos que valía el lote, “me iban a cobrar más de 100 millones de pesos por el incumplimiento y entonces me tocó deshacer el negocio a través de un documento de mutuo acuerdo entre las partes”, aseguró.
“De esta manera, la Fundación Olama no tiene ni un metro de tierra del lote y eso es lo que ellos no entienden. En noviembre del 2020 me sacaron de la Presidencia de la entidad y con varias irregularidades nombraron nueva Junta Directiva. Impugné la elección y el acta tiene medida cautelar”, añadió Saavedra Guerrero.
Reintegro del dinero
Respecto a la devolución del dinero, a las más de 50 familias, en su mayoría de escasos recursos económicos, Saavedra Guerrero añadió que espera que el proceso que está en la Fiscalía avance para llegar a una conciliación con cada una de las personas que le entregaron los aportes.
“En ningún momento les he dicho que no les voy a devolver la plata. La intención era que cada familia tuviera, mientras se podía construir, una proyecto sostenible en su pedazo de tierra, pero como no se pudo porque no hubo la plata para cancelar la totalidad del lote, cuando delante de un Juez o un Fiscal lleguemos a un acuerdo, cada uno tendrá su dinero”, puntualizó.
“La compra del lote tocó deshacerlo. La Fundación ya no tiene ni un pedazo de tierra allá”:
Néstor Darío Saavedra Guerrero
“Soy un hombre honesto. Si siguiera en la Fundación Olama, sería más fácil el reintegro de los dineros”.
Néstor Darío Saavedra Guerrero
