REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Hace seis meses un deslizamiento de tierra causó pánico en la carrera Novena con calle Primera del barrio Augusto E. Medina, en la vía que une este sector con Belén. De acuerdo con vecinos de la zona, la Administración municipal no ha tomado cartas en el asunto, incluso, parte de la tierra que cayó, aún permanece en el lugar.
En diálogo con Q’HUBO Helena Bonilla, secretaria de la Junta de Acción Comunal, le hizo un llamado al Alcalde y a la Secretaria de Gestión del Riesgo para que evalúen el peligro y establezcan medidas para mitigar el riesgo.
“Cada vez que llueve, las familias que están frente a la montaña casi que mantenemos en la puerta, listas para correr si es necesario. Vivimos con mucha incertidumbre porque no sabemos cuando se vendrá otro pedazo de montaña. Cuando llueve de noche, el temor es peor”, dijo la señora, a quien el derrumbe de principio de año le embarró toda su casa.
La afectada recordó que a finales de marzo anterior, cuando el barro tapó la vía y se metió a su residencia, al sitio llegaron Bomberos y Defensa Civil, pero al parecer no hicieron presencia funcionarios de Gestión del Riesgo ni de Cortolima.
“Necesitamos que instalen unos gaviones o un muro de contención. La tierra duró meses afectando la movilidad. Fue un problema para que la Alcaldía enviara personal y maquinaria para limpiar la carretera. Un vecino, por iniciativa propia, llenó unos costales de tierra y los puso”, reiteró.
TREMENDO SUSTO
El derrumbe ocurrió a finales de marzo de 2022 a eso de las 4:15 de la tarde, luego de un fuerte aguacero. El estruendo generó miedo en la cuadra: “Al salir nos dimos cuenta que no había paso y varios carros sufrieron daños porque la arena, los árboles y el pasto los tapó”, manifestó en aquel momento una ciudadana .
FAMILIAS ESTÁN EN RIESGO
La comunidad enfatiza en que dos familias viven en la parte de arriba de la montaña. Aunque las autoridades no les habrían informado que desalojen, a simple vista se podría decir que están en riesgo. “Hacemos un llamado por ellos. Son dos familias humildes, con niños, que no tienen a dónde ir. En un ranchito vive una señora viuda con tres niños; hace un año su esposo murió de Covid – 19 y ella quedó sola, llevando las riendas del hogar. Le pedimos a la Administración municipal que las incluya en un proyecto de vivienda, que las ayuden”, expresó Helena Bonilla.
