IBAGUÉ. Después de toda una batalla jurídica con La Clínica Minerva para que le garantizara el derecho a la salud, a la jefe de enfermería Alexandra Merchán la cigüeña le trajó dos niños y una niña.
Las bendiciones. Ana Isabel pesó 1.990 gr., José David 2.060 y José Luis 1.690. Nacieron de casi ocho meses, el pasado 20 de octubre a las 00:26 am (con un minuto de diferencia) en la Clínica Materno Infantil de Bogotá, bajo una excelente atención médica gracias a una tutela que obligó a la Clínica y a Saludcoop a brindarle todos los servicios necesarios a ella y a los niños.
Embarazo ó histerectomía. Hace ocho meses, Alexandra era jefe de enfermería, cuando “ni se me pasaba por la mente el cierre de la Institución. En la primera ecografía escuché los tres corazones”.
Y es que su embarazo fue programado: “Me volvieron los síntomas de la endometriosis y los especialistas me dijeron que había dos opciones. Un hermanito para mi hijo de cinco años o una histerectomía (extracción del útero). Obviamente escogimos la segunda. Claro, nunca nos imaginamos que llegarían tres”, le dijo la madre a Q`HUBO.
Embarazo de alto riesgo. A penas los médicos se dieron cuenta de la noticia, catalogaron el embarazo de alto riesgo y desde “la semana 24 estuve con incapacidad. Como sabía que la Minerva estaba en crisis inmediatamente pasé una carta pidiéndoles que por nada del mundo me sacaran ni se atrasaran con el pago de la seguridad social”, agregó.
Tutela. Su embarazo fue tranquilo y nunca tuvo amenaza de aborto pero en agosto una infección en las vías urinarias prendió las alarmas.
En esa oportunidad en Saludcoop le dijeron que no la podían hospitalizar en casa por que estaba desvinculada del sistema.
“Me preocupé mucho, me asusté y busqué ayuda en la Defensoría del Pueblo. Instauré una Acción de Tutela contra Saludcoop y la Minerva. A los 10 días el Juez le ordenó a las dos entidades que debían darme todos los exámenes y la atención necesaria. Igualmente obligó a que Saludccop me pagara la incapacidad pues decía que le girarían el cheque a la Minerva. Es decir, probablemente la plata nunca me llegaría”.
Cinco días después. Los ‘chiquitos’ nacieron por cesárea y a pesar de ser prematuros, su estado de salud fue óptimo: “Estuvieron sólo un día en la UCI”. A la que no le fue tan bien fue a ella. “Aparentemente todo estaba bien pero debido a un sangrado horrible entre en código rojo y duré cinco días en cuidados intensivos. Me trasfundieron cuatro veces, los riñones no querían responder y el agua se estaba entrando al pulmón derecho”.
Mientras Alexandra se recuperaba, el padre y la abuela reemplazaron su amor de madre.
“ Afortunadamente mi esposo y mi mamá los calentaban tres horas diarias en su pecho y le brindaron todos los cuidados del Plan Canguro”.
En el limbo. En los próximos días pondrá otra acción de tutela para que la E.P.S le cancele los últimos meses de incapacidad y la licencia de maternidad.
Sus compañeros no reciben “un peso de la Clínica desde mayo pero creo en la justicia terrenal y en la divina. Con los empleados de la Clínica debe definirse pues no hemos recibido la carta de despido”.
Alexandra Merchán completa cinco años en la Minerva, dos en una cooperativa y tres en planta.