IBAGUÉ. La madrugada del Primero de octubre del año pasado, el señor Fabio Garrido Torres, quien laboraba en su moto para vender almojábanas y queso, fue atropellado por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga. Tras soportar casi un año las graves lesiones provocadas por el ‘auto fantasma’, falleció la noche del lunes en un centro asistencial de la capital tolimense.
Su hijo, Fabio Andrés Garrido, indicó que desde el momento del lamentable hecho, no se tienen pistas del paradero de la persona que huyó del lugar: “Cuando ocurrió el accidente instauré una demanda, pero no me la querían recibir al principio. Había testigos y un video, pero la Policía no dijo nada, hasta cuando fueron a hacer el levantamiento del cadáver. Me dio rabia, porque ¿ya para qué?”, dijo indignado el joven, de 23 años de edad.
Don Fabio, de 70 años de edad, duró siete meses internado y cuatro en la casa, en estado vegetativo: “Yo estudiaba medicina en Cúcuta y me tocó venirme para acá y dedicarme a él. Gracias a Dios, en lo que duró, le dí todo lo que pude, pero para mí fue muy duro porque él era padre y madre”, precisó.
Sobre la persona que le provocó la muerte a su padre tras varios meses de agonía, Fabio Andrés concluyó: “No es que le tenga rencor, ni rabia, porque soy criado en un hogar cristiano y Dios nos perdona a nosotros. Lo único que pido es que se haga justicia, por atropellar a una persona y dejarla botada sin socorrerla. Lo dejó en un estado en que no hablaba, era como un niño chiquito”, puntualizó el hijo del motociclista fallecido, que fue despedido por sus seres queridos el martes en la tarde.
No olvide. Don Fabio era natural de Rovira y residía en el barrio Gaitán de Ibagué.