IBAGUÉ. El pronóstico del estado de salud de un adolescente no era alentador para su familia, pues este recibió tres impactos con arma de fuego. La esperanza de que se salvara nunca se perdió para los seres queridos, quienes oraron incansablemente para que se recuperara. Pero este no resistió y murió el viernes en la noche.
Historia. A.V.M. tenía 16 años de edad, era padre de familia y había conformado un hogar con su pareja sentimental, quien le llevaba cuatro años. Él, su esposa e hijo de aproximados dos años, vivían en el sector conocido como ‘La Honda’ del barrio Picaleña, por la misma zona donde fue atacado a bala el pasado 16 de marzo.
Ese sábado el joven salió en horas de la madrugada de su casa junto a su compañera sentimental, ambos iban por la carrera 47 sur con calle 146, pero allí este recordó que no llevaba plata y se le había quedado en su morada, por esto decidió devolverse, sin embargo, la mujer le habría manifestado que ella iba por el dinero. Así fue que A.V.M. se quedó esperándola, pero cuando ella estaba en la casa escuchó una ráfaga de disparos, al llegar vio a su amor tendido sobre el piso en medio de un lago de sangre, mientras el olor a pólvora se esparcía por el aire. Al parecer, nadie vio nada, nadie sabe quién accionó el revólver tres veces contra el muchacho. Este fue trasladado al Hospital Federico Lleras Acosta, donde luchó siete días por su vida.