IBAGUÉ. Con voz entrecortada John Cirota García (foto) contó cómo vivió ayer en la mañana uno de los peores momentos de su vida cuando vio las llamas en la casa de sus vecinos que fueron consumidos por la candela.
“El lunes llegué de trabajar y la abuela, Débora Castaño, (fallecida) me dijo: “Yo estoy aguantando hambre”, entonces de los 20 mil pesos que tenía le dí 10 mil para ayudarla, porque todos por aquí somos muy pobres”, afirmó con nostalgia García.
Aunque las personas querían ayudar fue muy difícil porque, según él, la candela los acordonó y no pudieron hacer nada.
Debido a la tragedia, García pide una sola cosa: “Que nos reubiquen porque miren todo lo que está pasando, llevo viviendo tres años aquí. y mi señora lleva 10 años”.
Los vecinos ayudaron
Javier Álvarez vive en la manzana 16 de la segunda etapa de la Ciudadela Simón Bolívar, a tan sólo una cuadra del asentamiento de la tragedia. A las 7:20 a.m., escuchó a los vecinos que gritaban “un incendio, un incendio”.
“Empezamos a sacar los baldes y a llevar agua hasta ese lugar para tratar de controlar las llamas pero eran muy fuertes porque todas son construidas con palos”, contó. Álvarez recordó que 13 años atrás vivieron una emergencia parecida cerca a la iglesia del barrio donde también perdieron la vida algunas personas que vivían en una invasión.
Algunos habitantes hacen un llamado de alerta a las autoridades, porque manifestaron que algunas personas que viven en la asentamiento ya han sido reubicadas pero regresan con algún familiar y la cadena sigue.
¿Quiénes murieron?
En medio del llanto y la angustia, mirando la humilde casa reducida a cenizas donde estaban los bomberos apagando el fuego, Luisa Morales, nieta de una de las víctimas, recordó cómo se enteró de la muerte.
“Estaba durmiendo, cuando mi prima fue y me avisó que mi abuela se estaba quemando”, refirió la joven quien reside en Nueva Castilla.
Morales indicó que en la vivienda calcinada vivían tres personas: “Mi abuelita era Debóra Castaño, el esposo Juan Pablo Méndez Mendoza y el hermano de él se llamaba Ricardo Méndez Mendoza”, señaló la allegada.
Y agregó: “A Ricardo lo machetearon, tenía la cabeza rajada, la mano también y no podía caminar bien”, concluyó la mujer.
Ricardo Ramiro era conocido como ‘Tatareto’, permanecía en el semáforo de la calle 60 con avenida Guabinal, y al igual que la ‘abuelita’ pedía monedas.
Labor de Bomberos
Rafael Rico, capitán del Cuerpo Oficial de bomberos manifestó: “Dentro de las hipótesis que se manejan puede ser un cortocircuito”, dijo.
Según el capitán, “la mayoría de las instalaciones es fraudulenta, no tienen ningún cumplimiento de normas técnicas para que sean seguras”, señaló.
El capitán Rico aseguró que estaban removiendo los escombros para conocer el origen de la conflagración.
William Castro, secretario de Gobierno Municipal y quien estuvo en el lugar, refirió: “No se saben las causas, pero cuando se presentan incendios en asentamientos, por lo general son cortocircuitos porque las personas tienen la energía de manera ‘pirata’”, dijo el funcionario.
Y agregó: “Hay una persona que quedó junto a una nevera, al parecer tratando de sacar sus cosas de valor”, puntualizó el Secretario.
