Agobiada y temerosa por su seguridad, consultó a Q’HUBO, Norma Constanza Borja Ortegón, quien dijo no saber qué más hacer para que su hijo Cristian Camilo Toledo Borja reciba atención psiquiátrica. Afirmó que son múltiples los problemas sufridos debido a las agresiones que el muchacho estaría cometiendo contra los vecinos y su propia familia.
La mujer asegura que, aunque lo ha llevado en varias ocasiones al hospital Federico Lleras Acosta, le dan la salida en cuestión de horas, debido a que le dicen que el muchacho no “está tan grave”.
Desde 2017, contó Norma Constanza, iniciaron los episodios de esquizofrenia, los que empeoran por el consumo de sustancias. Agregó, que son constantes y cada vez más fuertes los episodios de agresividad.
“Él ya es un peligro para la sociedad, tengo los papeles de la Clínica Sanar y Vivir de Popayán, donde le declaran principios de esquizofrenia asociados con droga.
“Agredió a machete a un señor en la garganta, situación que me obligó a irme del barrio; a otro señor le dejó la mano inválida; a mi hijo de 14 años casi lo mata con un destornillador; a mi hija le pega puños, casi la mata con un ladrillo”, cuenta la mujer.
El más reciente episodio, y que casi le cuesta la vida a la señora, sucedió, según lo narrado a esta redacción, ocurrió a comienzos de julio, luego de que Cristian Camilo sostuviera una pelea con otro joven bien conocido en el barrio Ecoparaíso. Todo por culpa de un anillo.
“Casi lo matan, si no es por la Policía que lo saca de ahí, ya estaría muerto. A mí, dos hombres en motocicleta me hicieron tres disparos, la patrulla no los alcanzó, todo por el problema de mi hijo, pero yo no tengo nada qué ver, yo trabajo”, aseguró en medio del llanto la señora Norma Borja.
Lo insólito, en opinión de la denunciante, es que los psiquiatras del centro asistencial le dan salida rápido, a pesar de que ella les pide que lo remitan a Popayán, donde lo desintoxican y ponen en tratamiento por varios meses.
“Me dicen que él está bien y no es así. Tengo soportes médicos. Cuando viví en Neiva fui a la Personería y me ayudaron para atenderlo por salud obligatoria. Le voy a abrir un proceso por interdicto porque un día está bien y al otro no”, añadió la mujer.
Dice que uniformados de la Policía, aunque lo han salvado en varias ocasiones de que lo agredan, le dicen que la situación es complicada, pues aunque ellos lo llevan al Hospital Federico Lleras, a las pocas horas vuelve a la calle a poner en peligro a la gente.
“También denunció públicamente, que si pasa algo grave, es culpa del psiquiatra que se me ha hecho en el camino para no dejar que mi hijo sea trasladado a Sanar y Vivir. Tengo grabaciones donde el psiquiatra me dice que entonces lo haga valorar de otros médicos”.
En su desespero, Norma Constanza pide mayor atención de los médicos y de las autoridades competentes, solamente necesita que trasladen a Cristian donde siempre lo han atendido, y no tener que enterrarlo por algún problema debido a su situación mental.
