IBAGUÉ. Cuando Mabel Lozano tenía ocho meses de edad fue diagnosticada con parálisis infantil, una enfermedad que afecta los movimientos del cuerpo y la coordinación muscular. Ha batallado a paso lento por la vida, luchando contra la adversidad hasta ofrecerle a sus siete hijos unas garantías básicas de vida.
Esta mujer actualmente tiene a su cargo cuatro nietos y tres hijos menores de edad pero ya no posee la fuerza de antes para salir en busca de recursos para sobrevivir. El 30 de julio se le venció el contrato de arrendamiento en una vivienda del barrio Restrepo y le tocó desalojar de inmediato.
“Mi hijo mayor me regaló un lote en el barrio La Gaviota pero no tengo el dinero para construir allá; gracias a la colaboración de los vecinos he logrado conseguir cinco tejas que son los únicos elementos que poseo para soñar con una casita propia para mis niños y para mi”, expresó la mujer que tuvo que pasar la noche en la calle por no tener un lugar donde pernoctar.
Sus cuatro hijos mayores viven lejos de la Ciudad, una de ellas tiene amputada una mano y los otros se casaron o simplemente se fueron lejos de Ibagué. Aunque algunos la apoyan económicamente, el dinero no es suficiente para mantener el hogar, su enfermedad y el tratamiento de su hijo de 17 años de edad quien sufre de artritis y la EPS no le presta un servicio garantizado.
“Me gustaría que las personas que tengan tejas, sobrantes de cemento o elementos de construcción me ayuden a levantar mi lote para yo poder vivir ahí sin más preocupaciones. No tengo dinero y tampoco para donde ir, solo me queda ese terreno como tesoro de supervivencia”, concluyó Lozano.