Uso obligatorio de tapabocas y un distanciamiento de al menos dos metros entre familias, son algunas de las medidas aprobadas por el Ministerio de Salud en un nuevo protocolo de bioseguridad para playas que se hizo público este viernes.
Las normas regulan el alquiler de casetas, taquillas, hamacas, entre otros elementos, así como la actividad de los salvavidas.
El protocolo impone a los alcaldes la obligación de definir un plan de acción en cinco fases, antes de poner en funcionamiento las playas. Las playas que no cuenten con la capacidad para aplicar el protocolo, no podrán habilitarse.
Como parte de este protocolo, deberán implementarse medidas que incluyen, entre otras, la obligación de disponer áreas de desinfección de manos y zona de servicios para la venta de comida que permitan mantener los dos metros de distanciamiento físico.
Las playas solo podrán operar de 6 a.m. a 5 p.m. y no se podrá consumir en ellas tabaco ni bebidas alcohólicas. Estarán prohibidas las reuniones y aglomeraciones en las zonas de playa y el alquiler de equipos para la actividad de careteo o snorkeling.
Así mismo, los salvavidas deben evitar el contacto boca a boca, y en el caso que se llegue a presentar una situación que lo requiera, se utilizarán dispositivos suministrados para tal fin.