IBAGUÉ. “Dios me tiene para otra cosa, menos para morir aplastado”, dijo Edison Hernández, quien logró esquivar a la muerte el sábado en la noche en la vía Ibagué – Cajamarca, donde una tractomula chocó contra el camión que conducía.
El accidente se presentó en el kilómetro 74, a pocos metros de Coello – Cócora, zona rural de Ibagué, donde hay una curva en la que por poco ocurre una tragedia.
Hernández llevaba la ruta Bogotá – Armenia, Quindío. El hombre escuchó cuando Horacio Sierra Arango, conductor de la ‘mula’ de placa TMD 408 afiliada a la empresa Transporte Botero Soto, que iba para Venezuela, gritaba “quiten, quiten”.
“Aceleré para salirme por un lado, pero alcanzó a golpear el costado izquierdo del camión, que se partió en dos”, manifestó Hernández, quien además dio gracias a Dios que se fue contra un carro de carga, y no contra un bus.
Otras de las personas que se salvó fue Luis Banguero, inspector de la Concesionaria San Rafael, que está encargada del mantenimiento vial.
Hernández contó que Banguero iba en un automóvil, y no supo cómo hizo para reaccionar tan rápido y darle reversa al vehículo, que pudo quedar debajo del carro de carga pesada, que golpeó la peña y se volcó.
A pesar del susto, los ocupantes salieron de los automotores para auxiliar a Sierra Arango, quien sufrió golpes en la cara y fue llevado en una ambulancia a la clínica Asotrauma.
Hubo robo
Hernández manifestó que mientras él y otros ayudaban al motorista de la ‘mula’, algunas personas llegaron a saquear: “Se llevaron baldosas”. La mercancía estaba avaluada en 40 millones de pesos.
La cerámica que quedó, fue trasbordada a otro carro para que llegara a su destino final en Armenia.