Médico que trabajaba en la USI del Sur fue condenado por no haberle aplicado el antídoto a un niño que fue picado por un alacrán


Cuando ocurrió el hecho, el médico Duayt Gutiérrez Castillo laboraba en la USI del Sur. Foto suministrada. 

Por un período de dos años y ocho meses, el médico general Duayt Gutiérrez Castillo, no podrá ejercer su profesión. Así lo determinó un juzgado del circuito de Ibagué luego de declararlo penalmente responsable del delito de homicidio culposo. 

La decisión judicial fue adoptada luego de que el juez avalara los argumentos de un fiscal adscrito a un despacho de la Unidad de Vida de la Seccional Tolima. El ente acusador demostró con suficientes elementos materiales de prueba y evidencia física que Gutiérrez Castillo no inició, en el tiempo requerido, el tratamiento que necesitaba un menor de cinco años de edad que había sido mordido por un alacrán cuando se calzaba una bota. 

La víctima, quien residía en en la finca Escaleras, ubicada en la vereda San Simón, de Coello – Cocora, zona rural de Ibagué, fue llevado a la USI del Ricaurte el 19 de abril de 2016, siendo Gutiérrez Castillo el médico de turno. 

“En la investigación se constató que al menor le dieron el tratamiento con antídoto sólo cuatro horas después de su llegada al centro asistencial, y no por el implicado, sino por el galeno que asumió el nuevo turno”, aseguró María Núñez Forero, directora de la Seccional Tolima. Santiago, como se llamaba el menor, murió el 21 de abril en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Federico Lleras Acosta, donde tuvo que ser remitido. 

Agregó la Fiscalía, que esta decisión es de primera instancia y sobre ella proceden los recursos de ley. 

Testimonio de los padres

Días después de la muerte del niño, Mari Acevedo y su esposo dialogaron con Q’HUBO

y contaron detalles del lamentable caso. Con nostalgia, recordaron que llegaron con su hijito a la USI del Ricaurte y aunque Santiago gritaba del dolor, el médico de turno “ni lo miró, solo estaba pendiente de su celular”, señalaron.

“Cuando llegó el otro médico le dije que mi bebé respiraba mal, tenía los ojos desviados, gritaba del dolor de cabeza y suplicaba que le dieran dolex. Una enfermera dijo que el primer médico nunca les dijo que a mi hijo le debían dar el antídoto”, dijo en ese momento la señora Mari.
Minutos después el pequeño fue remitido al Hospital Federico Lleras ya que estaba próximo a sufrir un paro cardíaco. Allí ingresó a cuidados intensivos y fue intubado. Horas después, el menor sufrió 11 paros cardíacos y los médicos le dijeron a los padres que se despidieran de él. “Una doctora del Federico me dijo que si a mi bebé le hubieran suministrado el antídoto a tiempo, el veneno no habría llegado al corazón”, concluyó la madre. 

Dato
El niño era el pequeño de la casa, el menor de dos hermanos, la alegría de la familia y deseaba ser ciclista.

Noticias Recientes

Suscríbete

Recibe contenido diario con nuestra suscripción mensual.

Danos tu opinión