IBAGUÉ. La triste historia de la guerra de Colombia deja hoy a una familia ibaguereña destrozada por la pérdida de su héroe, el subteniente de la Policía Nacional, Jonathan Alexánder Uribe Rodríguez, asesinado por la guerrilla de las Farc en un atentado en la estación que él comandaba en el Cauca. La semana pasada el uniformado departió con sus parientes por última vez.
El 4 de septiembre el oficial cumplió 27 años. Había nacido en el barrio Belén de la capital del Tolima y como un premio a su buen servicio le dieron ocho días de descanso.
Uribe Rodríguez viajó a su casa donde sus padres, hermanos, y amigos le celebraron sus cumpleaños. Hasta el jueves todo fue felicidad.
Dagoberto Uribe, padre del oficial, recordó: “Le dije mijo se me cuida. Él estaba en la cama”. La respuesta del uniformado a su padre fue “tranquilo ‘mi mañiño’”.
El Policía viajó el jueves ya que debía estar en la mañana la estación de Argelia, Cauca, donde llevaba cerca de tres años.
Las condiciones de orden público eran difíciles, de eso era conciente Uribe. Por eso el viernes en la mañana el oficial le marcó a su padre. “Él me llamó antes de subirse a un vehículo que transitaría por una trocha”, refirió, el papá. La zona por donde se movilizaría Uribe Rodríguez es de riesgo.
El ibaguereño llegó bien a su estación donde a eso de las 6:35 de la tarde del viernes subversivos atacaron con cilindros bomba dejando a dos policías heridos, entre ellos Uribe, quien fue llevado al centro asistencial del municipio. Según los medios locales de esa región, falleció en la mañana del sábado.
Los ataques dejaron dos pobladores heridos y casas afectadas.
Amaba a la Policía
El amor por el uniforme y por su Policía era tanto, que Jonathan Alexánder Uribe intentó tres veces ingresar a la institución y en la última lo logró: “Le dijeron que personas como él necesitaban en la Policía”, recordó, Dagoberto, el progenitor del oficial. Uribe nació en el barrio Belén de la capital del Tolima, y realizó sus estudios de primaria y bachiller en el Conservatorio del Tolima, donde aprendió a interpretar el violín. Dagoberto le contó a Q’HUBO que su muchacho fue el primero en la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, en hacer la orquesta de cadetes.
