IBAGUÉ.A los 14 años de edad Dúber Alfonso Marín Méndez burló a la muerte luego de recibir seis tiros en el cuerpo. Esta vez una sola puñalada en el corazón le puso punto final a su vida.
El ‘pelao’ actualmente tenía 22 años de edad y era conocido como ‘Pinky’ en el barrio Jardín Santander. Los balazos que por poco acaban con el joven fueron, al parecer, debido a un problema por una mujer:
“Dos balas le impactaron la cabeza. Lo tuvimos en recuperación pero perdió la movilidad del brazo izquierdo y parte del cerebro no le funcionaba”, contó la mamá, Janeth Marín.
La mujer, con ayuda de sus padres, sacó adelante a ‘Pinky’, quien no se pudo recuperar porque se llenó de rabia y cayó en el mundo de la droga, que empezó a consumir su vida.
El joven se quedó a vivir con los abuelos porque la madre se fue para Cundinamarca con sus otros hijos.
“Él estaba durmiendo en la calle y poco iba a la vivienda de mis padres, que lo querían mucho y lo ayudaban”, dijo Marín.
Hace dos meses ella vio por última vez a su muchacho, el segundo de 12 hermanos y el primero que fallece:
“Le dije que se fuera conmigo, pero no quiso”.
Esa última oportunidad de la vida no la tomó ‘Pinky’. El domingo en la tarde llamaron a los familiares para decirles que estaba malherido en un andén del barrio.
Lo llevaron en un taxi hasta la Clínica Saludcoop de la calle 60 donde murió en el quirófano, luego de estar 45 minutos en reanimación.
El asesinato. ‘Pinky’ tuvo un problema con Jonathan Bolaños Contreras, alias ‘Ojitos’ cuando estaba en el sector de ‘La Chuquia’ donde en medio de una pelea recibió la puñalada. ‘Ojitos’ se presentó ante las autoridades, pero fue dejado en libertad porque no hay un testigo que asegure qué fue lo que pasó entre los dos hombres.
