Más de 24 horas con el cuerpo en la casa

La señora Trinidad Roa Rojas, esposa de un ciudadano belga de 75 años, permaneció todo un día con el cuerpo de su compañero de vida en un apartamento ubicado en la cuarta etapa del barrio Jordán de Ibagué. 

Hacía 10 días el hombre había sido diagnosticado con Covid- 19 y también padecía problemas cardíacos. 

En diálogo con Q’HUBO, la dama recordó que las complicaciones de salud de su esposo iniciaron hace más de un mes, cuando el señor sufrió un paro cardiaco y ella lo llevó a un centro médico.

Resultó contagiado

“Él permaneció 21 días hospitalizado en la Clínica Avidanti, allí sufrió otros dos ataques al corazón, pero le practicaron un cateterismo y se estaba recuperando. Cuando ingresó le practicaron la prueba para nuevo coronavirus y salió negativa. 

“No obstante, el sábado 22 de agosto fui a visitarlo y lo encontré sin medicamentos y sin comida, entonces les dije a los médicos que me lo iba a traer para la casa”, expresó la señora Trinidad. 

Añadió que ante el anuncio, el personal médico le habría informado que el paciente había dado positivo para Covid- 19 y aunque a la clínica acudieron uniformados de la Policía, afirmó que ella salió con su esposo rumbo al hogar. 

En su opinión, él no estaba recibiendo una atención adecuada y decidió contratar dos enfermeras y una fisioterapeuta respiratoria de manera particular para que atendieran al adulto mayor en la casa.

Así mismo, contó que le repitió la prueba para detectar el virus en una clínica privada y el resultado también fue positivo.

Fallecimiento 

El pasado lunes, aseguró la dama, su compañero se retorcía en la cama, pero no podía expresar qué le dolía. Aunque no presentaba fiebre ni tos, sí tenía bastante flema en las vías respiratorias.

A las 12 del mediodía, añadió, el señor se tocó la cabeza, se puso rojo y su corazón dejó de latir. Procedieron a llamar a la Policía, a la Secretaría de Salud, a la EPS y a la funeraria, pero ninguna entidad, según la familia, quería hacerse cargo del cuerpo.

Ante la situación, lo único que pudo hacer la señora y la enfermera que acompañaba al paciente al momento del deceso, fue tapar el cuerpo de pies a cabeza con varias cobijas.

Q’HUBO trató de comunicarse con la secretaria de Salud municipal, Jhoana Aranda, para conocer los protocolos que debe seguir una familia cuando un pariente fallece de Covid- 19 en su lugar de residencia, pero la llamada no fue contestada.

Le pasamos la inquietud a la Oficina de Prensa, pero no fue posible obtener respuesta. 

INDIGNACIÓN 

La señora Trinidad y parientes del ciudadano europeo, rechazaron el actuar de las diferentes entidades y de la Secretaría de Salud. La mujer dijo que ver el cuerpo de su ser querido por tantas horas sobre la cama le “causó profunda tristeza”. 

“No recibí ningún apoyo psicológico ni una llamada y sí muchas trabas. Me tocó consignarle al cementerio casi dos millones de pesos porque el dueño de la casa donde vivimos me vendió un lote, que le voy a pagar a cuotas. Los del cementerio insistían que tenía que comprarle el pedazo de tierra a ellos. Después dijeron que no había cupo para ayer y que si quería que el entierro fuera ayer mismo debía consignar otros 300 mil pesos. Yo no acepté porque me pareció injusto, es como si se aprovecharan de la situación”, puntualizó.   

PROCESO

  1. Embalaron el cuerpo   

A las 9:30 de la mañana de ayer, 20 horas después del fallecimiento del señor,  personal de la Secretaría de Salud llegó a la residencia y embalaron el cuerpo, y lo metieron en una bolsa rotulada.

  1. Que no había cupo

Como el fallecido tenía un desfibrilador en el corazón, según le informó la funeraria a la familia, el cuerpo no podía ser cremado. Así las cosas, la familia gestionó un lote en el cementerio La Milagrosa, pero le dijeron que para el martes no había cupo para sepulturas. Ante la insistencia, sobre las 3 de la tarde retiraron el cuerpo de la vivienda.  

Noticias Recientes

Suscríbete

Recibe contenido diario con nuestra suscripción mensual.

Danos tu opinión