Mariposario del Tolima: un laboratorio de biodiversidad urbana en Ibagué

El Mariposario del Tolima, bajo la dirección de María Victoria Vila Mejía, se ha consolidado como un referente en la conservación de la biodiversidad local

Desde su creación en 2012, este santuario de cuatro hectáreas, ubicado en el piedemonte de los cerros noroccidentales de Ibagué y la cordillera central, con un bosque húmedo tropical y con una altura de 1285 metros sobre el nivel del mar, ha sido un laboratorio de biodiversidad urbana, donde estudiantes, comunidades educativas e investigadores se han reunido para fomentar el conocimiento sobre la fauna y flora del territorio, con un enfoque especial en la conservación de las mariposas.

Este Mariposario nació de un sueño infantil, yo siempre amé las mariposas desde niña y quería hacer algo al respecto, como siempre me gustaron los niños, enseñar y soñaba con tener un espacio así como este para las mariposas, poco a poco se me fue dando esta aspiración, decidí renunciar a mi trabajo que tenía en diseño interior y eventos y resolví dedicarme únicamente al Mariposario” expresó con gran entusiasmo María Victoria. 

Es importante resaltar que el Mariposario, además de ser un lugar de exhibición, ha sido una plataforma educativa clave para diversas instituciones, promoviendo conferencias y charlas sobre medio ambiente y la conservación de los recursos naturales. Este enfoque ha sido respaldado por alianzas con universidades locales como Uniminuto, la Universidad de Ibagué, la Universidad del Tolima y la Universidad Cooperativa. También ha recibido el apoyo de entidades nacionales como el Banco de la República – Centro Cultural Ibagué y empresas como Dunkin’.

Una de las características más destacadas de este centro es su agenda investigativa, en la que se incluyen iniciativas como los BioBlitz y programas de formación de Biociudadanos, generando un impacto positivo en la educación ambiental en la región. Además, se han forjado importantes lazos de cooperación internacional con universidades de España, Cataluña e Indonesia, permitiendo que el Mariposario del Tolima participe en escenarios globales como la COP16 y en encuentros especializados como Asomariposas, donde el tema central es la protección de las mariposas y la biodiversidad.

«Nosotros estuvimos invitados en la COP16 e hicimos una presentación de lo que es nuestro gran proyecto. Llegamos después de esa conferencia internacional con muchos ánimos de no solamente seguir preparando a nuestros 300 jóvenes que ya tenemos de ‘biociudadanos’, a los cuales se les dictan conferencias sobre biosalud, bioterritorio, biopolítica, bioética y bioeconomía, con el fin de hacerles sentir exactamente qué es lo que está pasando con el calentamiento global y no solamente explicarles dónde viven para que sientan su territorio, para que lo amen y para que se den cuenta de lo que se pierden porque nosotros somos los responsables de lo que está pasando, sino que para que ellos tengan respuestas y tengan un nivel de conversación más alto cuando están con sus amigos y les puedan contar también lo que ellos han aprendido aquí”, explicó María Victoria. 

Sin lugar a dudas, gracias al trabajo continuo de María Victoria Vila y su equipo, el Mariposario del Tolima no solo ha sido un referente local, sino también un ejemplo a nivel internacional de cómo la ciencia, la educación y la conservación pueden integrarse en un mismo espacio para el beneficio de las generaciones futuras.

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