En abril de 1985 al estadio El Campín de Bogotá no le cabía una persona más. Sin contar con los sistemas de seguridad actuales, la boletería se había agotado desde meses atrás y centenares de personas lograron ‘colarse’. Todo con un sólo objetivo: ver jugar a Diego Armando Maradona en la cancha.
El eterno capitán de la Selección Argentina había llegado a territorio colombiano para cumplir con un partido más de las Eliminatorias al Mundial de Fútbol, en mismo que la albiceleste terminó ganando, el mismo en el cual se consagró como aquel ‘barrilete cósmico’, como relataría Víctor Hugo Morales cuando el 10 marcara el mejor gol de la historia de los mundiales.
Desde su llegada a Colombia, la conmoción fue total. La seguridad, que no era poca, terminó siendo escasa ante tanto hincha queriendo estar cerca del dueño de una zurda única y que ya hacía parte del Napoli de Italia, un equipo de media tabla que Maradona llevaría a lo más alto de la liga italiana y de Europa.
Los hinchas rodearon el hotel donde la selección que dirigía Carlos Bilardo y muchos acamparon en las calles aledañas, todo con el fin de lograr un autógrafo de Maradona. Cuando el bus salía rumbo a los entrenamientos que cumplieron en Bogotá, muchos se colgaron de él de manera peligrosa, la Policía intentaba controlar la situación, pero era casi imposible, la orden al conductor era no detenerse, porque todo podría ser peor.
Los asistentes al estadio, muchos de ellos haciendo fila desde la noche anterior al partido, han repetido la misma historia durante los últimos 35 años. Diego Armando, quien siempre despierta tanto amores como odios, saltó a la cancha para realizar los ejercicio precompetitivos, con sus guayos sin amarrar y la camiseta albiceleste para hacer lo que más le gustaba hacer, jugar con la pelota.
Desde una de las atiborradas tribunas alguien lo intentó agredir con una naranja. Afortunadamente no logró impactarlo y cayó a uno de sus costados. El 10 no dudó en tomarla y mostrar todo su talento haciendo la clásica 21 con ella y algunas ‘cabecitas’, para luego lanzarla de nuevo a la tribuna, la cual, no tuvo más remedio de ovacionarlo.
El propio Willington Ortiz, quien lo enfrentó en encuentros entre selecciones como en Copa Libertadores de América cuando ‘El Pelusa’ hacía parte de Argentinos Juniors y ‘El Viejo Willy’ con la camiseta del Deportivo Cali, también recuerda un cuadrangular en Colombia donde Maradona le hizo un gol al Pereira, que él mismo considera fue mejor que el marcado contra Inglaterra en pleno Mundial de Fútbol de 1986.
Son recuerdos de una generación ochentera. Para 1993 la memoria es otra. Maradona alejado de su amada Selección, es consultado sobre el último encuentro de las eliminatorias al Mundial 1994. Argentina recibía a Colombia, donde los locales debían ganar para lograr acceso directo a la cita mundialista. Cualquier otro resultado le daba dicho paso a la tricolor nacional y ponía en serio riesgo la posibilidad del ‘repechaje’ para los argentinos.
“Ellos no deben romper la historia. Los argentinos debemos seguir históricamente como estamos, con Argentina arriba y Colombia abajo”, fueron sus declaraciones, olvidando por completo que él mismo lideró equipos, tanto en selección como en clubes, que se encargaron precisamente de eso, de romper con la historia
Ese 5 de septiembre de 1993 en el estadio Monumental de River Plate, él estuvo en la tribuna y tuvo que ver como Argentina recibía uno a uno los goles de la Selección Colombia contra quien era el actual campeón de América y Subcampeón del mundo. A Diego sólo le quedó aplaudir y prepararse para volver a ser el 10 de su selección.
Visitas médicas
Por temas de salud, Diego Armando Maradona visitó en dos ocasiones a Colombia. La primera de ellas, para realizarse un proceso de estética dental, y a inicios de 2005 fue sometido a una cirugía para reducir su peso y combatir la obesidad en la Clínica Medihelp en Bocagrande, Cartagena.
Maradona, quien pesó 120 kilos antes de la intervención, estuvo acompañado de su hermana Rita y su médico personal Alfredo Cahe.
«La cirugía, consistente en un bypass gástrico, sin necesidad de abrirle el abdomen, sino que a través de pequeñas incisiones tiene como objetivo reducirle su estómago en un 95%», comentó en su momento el cirujano Carlos Chaux.
El objetivo de la cirugía era combatir la obesidad, una lucha que mantuvo hasta el final de sus días, en una intervención que necesitó de dos etapas, la primera en Cuba y otra de manejo preoperatorio en la Clínica Medihelp.
El ex capital de la selección Argentina de fútbol, había negado tras su arribo a Cartagena que se sometería a una operación para reducir peso. Según los galenos, la persona que se somete a esta tipo de intervención pierde el 80% del sobrepeso, pero deberá así mismo de cambiar sus hábitos alimenticios, alcohólicos o adicción a las drogas. Durante su permanencia en Cartagena, Maradona no ha hablado con la prensa.
Su última visita fue en abril de 2015 para participar en el denominado ‘partido por la paz’ en el estadio Metropolitano de Techo de Bogotá, para aportar un granito de arena en los Acuerdos de Paz que se desarrollaban en Colombia por esos tiempos.
También circuló por años el rumor sobre una visita que Diego Armando Maradona le había hecho a Pablo Escobar en su Hacienda Nápoles en Antioquia, lo que siempre desmintió Diego, asegurando que jamás tuvo contacto alguno con el famoso narcotraficante colombiano.