IBAGUÉ. La noche de Halloween al sur de Ibagué se convirtió en una ‘pesadilla’ ante el asesinato de un hombre a manos de su ex suegro (negro).
Historia. Ayer en la misma tienda del barrio Ricaurte donde le dieron la fatal noticia del asesinato de su hijo estaba Silverio Páez, recibiendo las condolencias de todos los que pasaban por ahí.
Con pocas palabras, recordó que alguien le contó que José Silverio Páez Benavides, el mayor de sus tres descendientes hombres, murió en la USI al recibir varios impactos con arma de fuego.
Páez Benavides, quien era cerrajero y vendía películas, se encontraba con su mamá, Anatilde Benavides, en la puerta de su casa en la carrera 11 sur número 20, al lado del parqueadero de Mercacentro repartiendo dulces a los niños disfrazados, pero de un momento a otro un sujeto enmascarado y con chaqueta negra se le acercó y sin mediar palabra le propinó varios impactos.
“Mi abuela escuchó como un torpedo, pero no sabía qué pasaba, estaban los niños y pensó que eran totes, pólvora. Le pegaron uno a él y la alcanzó a empujar hacia la calle, el tipo terminó de dispararle, ella se levantó y lo vio en el piso botando sangre por la boca y nariz, trataba de hablarle”, refirió Angie Paola Chavarro Páez, sobrina del hoy occiso.
Varias personas trasladaron a la víctima a las urgencias, pero llegó sin signos vitales, por lo que horas después el CTI se encargó del levantamiento del cadáver.
El homicida. Mientras a Páez Benavides lo llevaban al centro médico, un cuadrante que pasaba por allí persiguió al victimario quien fue detenido con el arma de fuego cuadras más adelante, cerca a la Estación de Bomberos del sur.
De acuerdo con las autoridades, el sujeto identificado como Francisco José Castaño Restrepo, de 51 años de edad, fue suegro de Páez Benavides.
Al capturado lo presentaron en audiencia ante el Juez Segundo con Función de Control de Garantías donde el Fiscal 16 le imputó cargos por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego.
Móviles. Durante la diligencia judicial el ente acusador refirió que una persona allegada al CTI informó que el fallecido y su homicida se conocían, pues el occiso tuvo un vínculo sentimental hace ocho años con Maryi Castaño, hija del aprehendido.
Las autoridades investigan si el crimen fue por venganza: “No se trató de un atraco, al parecer la persona asesinada, años atrás sostuvo una relación con una niña de 14 años con la que tuvo una hija que hoy tiene ocho años y es nieta del sujeto que cometió este hecho”, indicó el coronel Jorge Hernando Morales Villamizar, comandante de la Metib.
Castaño Restrepo no aceptó los cargos y fue enviado a la Cárcel de Picaleña.