IBAGUÉ. El domingo anterior, en el duelo ante Alianza Petrolera, quedó evidenciado que el entrenador Carlos Castro ya no quería saber más del actual torneo. Ese día, optó por quedarse en el banco sentado, para evitar sufrir desde la raya, como lo hizo casi toda la temporada.
Tampoco quiso soportar el grito de “burro”, lanzado constantemente desde la gradería occidental del estadio Manuel Murillo Toro, un escenario que nunca pudo sentir como su casa, pues sus jugadores jamás le respondieron, y la afición poco creyó en él.
En algún momento sostuvo que el único que lo respalda es su jefe, Gabriel Camargo Salamanca, pero habrá que ver cuánto tiempo más se sostendrá la paciencia del ex senador, debido a los resultados negativos.
Obviamente, no toda la culpa del fracaso es del adiestrador ‘Pijao’, pero sí ha tenido mucho que ver, pues como su cargo lo indica, es el encargado de dirigir técnicamente al grupo. Por tal motivo, recapitulamos algunos de sus descaches al momento de encarar un partido, y las ‘perlas’ luego del pitazo final.
Se la jugó en respaldar por completo la intención de Gabriel Camargo de no realizar contrataciones costosas, y optar por jóvenes con poca experiencia.
“Acá la tristeza de
algunos dura cinco minutos, mientras se bañan, y luego salen ‘toteados’ de la risa”.
“A pesar de que no se dan los resultados, aún pienso que tenemos opción de clasificar. Eso nadie nos lo quita”.
Exageró su condición de ‘buen tipo’ en los entrenamientos y concentraciones, y muchos jugadores se aprovecharon.
“Como decía el profesor Maturana (Francisco): Perder no es ganar”.
“En el primer tiempo fue Deportivo Cali vs. Zombies”.
Nunca pudo encontrar dos centrales que se entendieran, y tampoco un creativo fijo. Especuló con David Silva y respaldó demasiado a Danovis Banguero. Ninguno pudo ser el 10.
“Hombre cobarde no goza de mujer bonita”.
“Creo que con medio gol o un cuartico de gol podemos ganar”.
“Ese gol de Barahona se lo hacen al Chavo del 8 y al Tolima”.
“Acá la palabra que reina es el Meinportaunculismo”.
Las constantes lesiones de algunos jugadores lo llevaron a implementar la rotación, pero utilizando los hombres equivocados. Un ejemplo: Freedy Machado como volante.
Demorado en los cambios, pero aún así nunca tuvo una banca con alternativas positivas. Su nómina fue liviana, pero también le faltó ser más atrevido para proponer.
RONAL RENGIFO ÁLVAREZ