IBAGUÉ. La madrugada de ayer se vistió de tragedia para una familia de la comuna Ocho de Ibagué, pues las llamas no solo acabaron con las pertenencias, también con una vida.
Historia. Los habitantes de la manzana 43 se despertaron por el olor a humo, el fuego y los gritos de auxilio de varios vecinos, que intentaron ayudar a una residente del primer piso de la casa 3.
La línea de emergencias 123 fue avisada sobre la conflagración que cada segundo se hacía más fuerte y consumía varias habitaciones, los muebles, electrodomésticos y enseres del hogar.
La móvil 13 con cuatro unidades de la Estación Norte arribaron al sitio, rompieron la chapa para ingresar a la casa donde estaba Marcela Franco Molano, de 33 años de edad y quien estaba quemada por las llamas.
Cerca de 700 galones de agua utilizaron los bomberos para apagar el incendio, pero no pudieron hacer nada por la vida de Franco Molano, quien en el momento de los hechos estaba sola en el lugar.
De acuerdo con el capitán Rafael Rico, comandante del Cuerpo Oficial de Bomberos, las causas son materia de investigación: “El incendio se presenta en una habitación que está ubicada al fondo de la vivienda “, señaló Rico.
Sin embargo algunos testigos indicaron que al parecer Franco Molano dejó conectado el celular cerca a la cama donde dormía.
Angustia. Mientras la Policía acordonó la escena, algunos residentes esperaban que sacaran a su vecina y se preguntaban porqué ésta no despertó y salió de la casa. Sobre las 7:30 de la mañana cuando la Sijín adelantaba los actos urgentes llegó desde Ambalema una mujer y entre lágrimas indicó que era prima de Marcela e indagó qué había pasado con ella, pero la devastó la noticia de su fallecimiento.
¿Por qué estaba sola?. Al parecer el sábado Nubia Molano, madre de Marcela se fue para Puerto Boyacá y se llevó a sus nietos a pasar la semana de receso escolar, y su hermana y cuñado, estaban fuera de la Ciudad.
Levantamiento. Miembros de la Sijín Metib, realizaron el levantamiento del cadáver de Franco Molano, quien trabajaba en una bisutería y estudiaba Salud Ocupacional en el Sena.
El cuerpo de la mujer fue sacado en una bolsa blanca bajo la mirada de los habitantes del Topacio, quienes no querían que la mamá de la fallecida viera esa imagen pues venía viajando de regreso, ya que solo le informaron que su casa se había quemado.
