Las llamas apagaron sus vidas

MUERTOS INCENDIO

IBAGUÉ. El cuerpo de María Aranzazu Bonilla no resistió las quemaduras de las llamas que devoraron el viernes una fábrica de cielorrasos en icopor y PVC’ ubicada en la calle 26 con carrera Cuarta de Ibagué.
La mujer murió seis horas después en la Clínica Tolima.  Óscar Andrés Ramírez resistió un poco más, pero no alcanzó el traslado a Bogotá, el joven murió ayer en la mañana en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Federico Lleras.

Los heridos. Ayer al mediodía una ambulancia salió de la Capital del Tolima rumbo al Hospital Simón Bolívar de Bogotá.
En esta iba Duvián Díaz, uno de tres heridos que también dejó el incendio. Además del personal médico, en el vehículo iba su mamá, Mercedes Bustos Silva, quien en medio del llanto y la angustia le pedía al cielo que salvara la vida de su hijo mayor y el orgullo de la familia.
Según le contó la mujer a Q´HUBO, hace mes y medio el muchacho había regresado a casa, (en el barrio Protecho del Salado) después de prestar servicio militar en la Infantería de Marina.
“Mi hijo llevaba tres días trabajando en la fábrica, su función era picar icopor. Me dijo que todo había pasado en cuestión de segundos. Él y tres compañeros estaban en la parte de atrás y de un momento vieron las llamas. Desesperados se subieron a unas rejas y empezaron a pedir auxilio. Afortunadamente llegaron unos comerciantes vecinos, quienes rompieron las rejas y los sacaron. Tiene quemaduras en los brazos, piernas y espalda”, agregó.

Duvián Díaz

Con pulidora. De acuerdo al testimonio de uno de los comerciantes de la zona, a ellos los alertó el humo que apareció de un momento a otro y con pulidora en mano se ‘metieron’ por un taller a tres locales de la fábrica, cruzaron los techos y cortaron las rejas y una de las puertas de la parte de atrás del establecimiento. Fue así como entraron y empezaron a sacar a las siete personas que allí se encontraban.
“La mujer que murió (María Aranzazu Bonilla) la sacamos muy mal. Ella estaba en la oficina de adelante. Por seguridad, las puertas y ventanas del local permanecían cerradas. El calor y las llamas fue tal que sumieron el portón principal”, comentó el hombre que arriesgó su vida por auxiliar a los heridos.
¿Por qué ocurrió? “El incendio, según la versión de los mismos trabajadores, inició cuando cortaban un bloque de icopor con una cortadora de hilo ferro-níquel. Hay que tener en cuenta que el fuego se propaga muy rápido porque el material es inflamable”, indicó el Capitán Rafael Rico, comandante del cuerpo oficial de Bomberos.
Al igual que Duvián, César Augusto Gutiérrez y Alfredo Núñez luchan por vivir en la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar de la Capital de la República.

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