IBAGUÉ. En lo corrido del año las autoridades de salud han reportado 75 nuevos casos de VIH-Sida en la capital tolimense, entre confirmados y sospechosos. Actualmente 300 personas en Ibagué viven con el VIH, según los datos oficiales de la Secretaría de Salud del Municipio.
Sin embargo, respecto del 2009, el número de infecciones mejoró cerca del 5 por ciento, de acuerdo con lo expresado por el secretario de Salud, Juan Manuel Mosquera.
Según el perfil epidemiológico de Ibagué, el año pasado se notificaron un total de 32 casos confirmados por laboratorio de VIH, de los cuales dos eran pacientes de otros municipios.
Mosquera dice que la alerta de cifras en Ibagué es baja en relación con otras ciudades del país, y aunque es alarmante, no se puede hablar de una epidemia.
No obstante, el subregistro de casos no es tomado en cuenta, por lo que algunos expertos estiman que el número de infectados debe mantenerse estable, si no es que va en aumento.
Sólo en el último año han muerto 26 pacientes con Sida que tenían residencia habitual en Ibagué, contra 10 casos en el 2009, pues los 7 fallecidos restantes provenían de otras poblaciones.
En cuanto a la prevalencia del VIH, la mayor incidencia en Ibagué se da en la población de entre 15 a 45 años, siendo la más afectada la joven principalmente.
Por sexo la mayor incidencia la siguen aportando los hombres, pero con una tendencia en los últimos tres años y cada vez más a la feminización de casos de VIH-Sida.
Cuatro embarazadas fueron notificadas como casos nuevos de VIH en 2009, mientras en el último año ha sido reportada una materna y tres contagiadas que han contaminado a sus hijos.
Las relaciones sexuales sin protección, de tendencia heterosexual, siguen siendo el primer foco de contagio en Ibagué. El desenfreno sexual, mezclado con las drogas y el alcohol, promueven el sexo irresponsable.
La afectación madre a hijo, accidentes laborales como el sucedido a un operario de una empresa de aseo y otros mecanismos no definidos, son otros canales de contagio en los casos que se han presentado en Ibagué.
Según el informe epidemiológico de Ibagué del 2009, el 50 por ciento de los pacientes con Sida tenían aseguramiento en salud y el otro 50 por ciento estaba sin ninguna afiliación.
Pero Mosquera asegura que las personas que viven con VIH-Sida en Ibagué, desde que estén reportadas, tienen acceso a tratamiento retroviral.
Para la respuesta al VIH-Sida por parte del municipio se invierten recursos específicamente en promoción y prevención, ya que el diagnóstico y tratamiento le compete al departamento.
Al año se destinan 600 millones de pesos dentro del componente de salud sexual reproductiva para desarrollar esas actividades. La cifra que destina la Gobernación para lo que le compete en los municipios es igualmente irrisoria, según voceros de organizaciones de apoyo.
Cuestionan respuesta de autoridades e IPS
Para la Mesa Departamental de Organizaciones que trabajan en VIH, se va de mal en peor y hace falta una política pública para esta patología como sucede en Bogotá.
“Antes había un programa especial para VIH, ahora se redujo a un ítem dentro del programa de salud sexual y reproductiva”, explica Jesús Antonio Fino Vidales, vocero de la Mesa.
Asegura que no se invierte nada porque los 180 millones de pesos al año de la Secretaría de Salud Departamental son para repartir entre los 47 municipios.
Según los registros que llevan las organizaciones que hacen parte de la Mesa, entre 350 y 400 personas viven con VIH en Ibagué y el subregistro se sigue dando.
Los que toman ininterrumpidamente los antirretrovirales y de forma exitosa no es superior al 50 por ciento, según estimativos de la Mesa. Además consideran que hace falta educación para erradicar el VIH y que el tratamiento a los pacientes debe ser integral.
“Vemos urgente retomar procesos de formación y mejora en los servicios, no es posible que las personas tengan que decir en todas las ventanillas que son VIH, que pasen meses sin lograr citas con los internistas, que no se tengan los medicamentos, que haya que acudir siempre a la tutela”, asevera Fino.
“Si no hay cita con el infectólogo o el experto en VIH, y no hay acceso a ese control, entonces no acceden al resto de servicios, no hay nutricionista, no hay medicamentos; por una falla en el sistema, falla el tratamiento integral. Las IPS y secretarías no hacen seguimiento, en atención integral hemos retrocedido, se están muriendo personas de Sida”, puntualizó el vocero de la Mesa.
¿Por qué yo?
Cuando Jairo (*) fue diagnosticado, poco se conocía sobre el VIH. Era común que la gente pensase que se iba a morir. Al igual que muchas otras personas cuando se enteran de que son VIH positivo, se preguntó: “¿por qué yo?”
Su vida cambió por completo. De inmediato le contó la noticia a su mamá, quien no podía entender como uno de sus hijos consentidos se había contagiado de una enfermedad que para ella era sólo de los homosexuales. No dudó en apoyarlo, se dio cuenta que más que nunca su hijo necesitaba de todo su amor de madre y de toda su comprensión y discreción.
Jairo afirma que, después de recibir su diagnóstico, ha trabajado para sentirse más completo en su propia vida. “Yo me puedo morir en paz. Ya amé. Me enamoré un montón de veces. Bailé un montón. Disfruté. Transmití alegría. Transmití más vida”.
Señala, además, que no le tiene miedo a la muerte: “Estoy seguro de que Dios, cuando me muera, no me va a preguntar si soy homosexual, si soy heterosexual. Me va a preguntar: ‘Jairo, ¿fuiste feliz?’. Y yo le voy a decir: ‘¡Si, fui feliz! Y viví fiel a mí mismo’”.
Una familia completa infectada de VIH
Lily (*) es una de las 300 personas que viven con VIH en Ibagué, según los datos oficiales, aunque algunas estimaciones extraoficiales afirman que la cifra real es más o incluso es el doble.
Fue diagnosticada cuando quedó embarazada y luego a su esposo se le detectó el virus. Aunque Fabio (*) se mostró reacio a hacerse la prueba, su estado de salud se deterioró, le dio pulmonía y fue así como se enteró que vivía también con el VIH.
La bebé de Lily resultó también contagiada y fue la primera en fallecer hace 7 meses cuando tenía poco más de un año de vida. Su papá murió después en medio de una atención precaria en el mes de septiembre de este año.
Fabio estuvo 15 días antes en una reunión con las secretarías de salud y las IPS, donde la Mesa Departamental de Organizaciones que trabajan con VIH presentó algunos casos que les preocupaba. Se hicieron algunos acuerdos que, según los voceros de la Mesa, quedaron en el papel.
Este caso es considerado excepcional porque Sara (*), una hermana de Lily que vivía en otro municipio también fue diagnosticada con VIH, y a su vez la adolescente de 16 años contagió a su hija.
Hoy las dos hermanas acompañan como familia a la nena y se apoyan moral, psicológica y espiritualmente para soportar la enfermedad.
No olvide
Cerca de 30 modelos, tres actores de televisión y cinco cantantes se unirán en el espectáculo ‘Pasarela por la vida’ que se realizará el Primero de diciembre para celebrar el ‘Día Mundial del VIH-Sida’ en Ibagué. Ese día se entregarán cinco mil condones con la frase ‘ Usame con amor y responsabilidad’, con el propósito de crear conciencia entre los jóvenes ibaguereños.
Edwin Ballesteros