IBAGUÉ. Lo que hace unos años era negocio ya no lo es. El salvavidas para aquellos que no conseguían empleo en sus profesiones ya no existe. La manera como se ha implementado en Ibagué el Decreto 1047 de 2014, ha traído consecuencias negativas para el gremio.
En octubre de 2013 el ministro de Trabajo en ese momento, Rafael Pardo, explicaba a los medios de comunicación que las empresas, los dueños del vehículo y los conductores deberían pagar la seguridad social pero como dice el refrán, ‘del dicho al hecho, hay mucho trecho’.
Denuncias. En Ibagué, según los conductores, son muy pocos los ‘patrones’ que están cumpliendo: “Lo que han hecho es aumentarnos la cuota para que de ahí salga la plata”, le dijo a Q`HUBO Héctor Clavijo.
“No estamos en contra de pagar los aportes. Las cooperativas nos han extorsionado y sometido, ya que nos obligan a pagarles a ellos y si no, no nos expiden el tarjetón de control”, dijo Fair Cifuentes.
“Claro, a mi me tocó dejar un solo conductor. Hay que pagar impuestos, cualquier ‘arreglito’ cuesta mucho y el Gobierno cree que nos caen fajos de billetes del cielo”, agregó Alida Martínez, propietaria.
La secretaria de Tránsito Martha Pilonietta, invitó a los conductores a hacer las denuncias por escrito y con nombres propios. Aseguró, además, que por ahora no serán sancionados.
Cifras. 65 millones de pesos valía un taxi con cupo en el 2008.
40 mil pesos al día le quedan en promedio a un conductor.
2 empresas están autorizadas para el pago de los aportes: Digory y Avanti.
204 mil pesos se debe pagar por la Seguridad Social de los conductores.
120 millones de pesos vale hoy un taxi con su respectivo cupo.
Aproximadamente mil taxistas en Ibagué están desempleados.