La obsesión quedó en muerte

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LÍBANO. Una carta en la que decía que los tres iban a estar unidos junto a Dios, fue dejada por Julio Eduardo Arias, capitán de la Policía, quien asesinó a su ex novia, Fadia Martínez Ávila. Según el hermano de la fallecida, la tercera víctima sería su sobrino.
El sábado, la familia le estaba celebrando el cumpleaños al hijo de la occisa en Mosquera, Cundinamarca.
Uno de los que estaba en la reunión era Willington Martínez, hermano de la fallecida, quien contó que salió con su sobrino para otro conjunto porque le iban a dar un regalo.
Arias tenía prohibido el ingreso al lugar donde vivía su ex novia porque la había amenazado diciéndole que le iba a dar donde más le dolía, la familia.
El policía pudo entrar al conjunto residencial porque allí reside un amigo que también es integrante de la Institución.
La mujer había terminado con el oficial porque, “el tipo era muy celoso y obsesivo, y ella no quería nada con él”, manifestó, Willington.
El sujeto tocó la puerta y ella le abrió: “Mi hermanita corrió al patio, porque sabía que mataba a mis papás que estaban en el segundo piso”.
El sujeto le propinó tres tiros en la espalda y la remató con uno en la cabeza. Luego él se disparó:
“Sé que fue con el arma de dotación”, aseguró Martínez. El cuerpo de la tolimense fue traído al Líbano, norte del Tolima, donde será sepultada hoy a las 10:00 de la mañana.

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