El Gobierno lo reconoce abiertamente, la pandemia del Covid-19 ha provocado efectos muy graves en la economía del país: la producción tendrá una caída de por lo menos un 8 % en el 2020 y la pobreza regresará a niveles que no se veían desde por lo menos una década atrás.
Frente a este panorama negativo, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), planea la expedición de un documento Conpes, que contiene un diagnóstico de los efectos que ha provocado esta emergencia de salud pública en la economía y una hoja de ruta para promover la recuperación.
El documento, cuyo borrador fue hecho público por el Gobierno para que los colombianos propongan cambios antes de que sea aprobado definitivamente en el consejo de ministros, propone, entre otras cosas, inversiones por 170 billones de pesos en construcción de obras públicas, subsidios a la compra de vivienda y mejoras en el acceso a nuevas tecnologías en las zonas más apartadas del país, entre las fórmulas para recuperar la economía del país luego del Covid-19.
Aunque en un primer borrador, se hablaba de eliminar los costos laborales no salariales relacionados con aportes de salud y parafiscales, y la reducción de los costos para el despido de trabajadores, como estrategias para impulsar la reactivación de empresas, el Gobierno retiró a última hora estas referencias del documento.
El diagnóstico
El documento Conpes resume en seis puntos los efectos negativos que ha tenido la pandemia y que, desde su perspectiva, han provocado una “desviación en la ruta de desarrollo del país”.
Estos efectos incluyen el incremento de la pobreza y la vulnerabilidad económica de las familias; problemas en el capital humano del país, desde deficiencias en el acceso a la educación hasta en su desempeño laboral; reducción dramática en la operación de las empresas y una caída en la demanda de productos, así como debilidad de la capacidad institucional para impulsar el proceso de reactivación.
Menciona el documento, por ejemplo, que según las propias estimaciones del DNP, en un escenario pesimista, más de 3,6 millones de personas podrían caer en situación de pobreza extrema, mientras que la pobreza moderada podría llegar a afectar incluso al 36,4 % de la población colombiana, es decir, unos 18 millones de colombianos.
En el caso de los niños, una de las poblaciones más afectadas por la pandemia, los impactos, dice el documento, tendrán efecto en su desarrollo cognitivo, en las coberturas de vacunación, en la atención de su salud e incluso en su nutrición. El número de hogares que consumieron al día en promedio tres comidas o más se redujo en 1,7 millones, según las cifras de la Encuesta de Pulso Social, realizada por el Dane.
El documento Conpes dice que la pandemia también puso en evidencia un fenómeno que no es nuevo: los altos costos tributarios y de nómina que enfrentan los empresarios, que se constituyen en un obstáculo para aumentar su productividad.
Según el documento, para un empresario ser formal representa un costo adicional sobre sus utilidades bruta anual del 34,3 %, 35,3 % y el 46 %, respectivamente, si es micro, pequeña o mediana su empresa.
“Estos costos no solo representan una carga elevada sobre sus ingresos brutos, sino que, además, les restan competencia frente a sus pares informales limitando su crecimiento, productividad y generación de empleos de calidad”, afirma el documento.
Según el Registro Único Empresarial, que cita el documento, aproximadamente 573.000 empresas no renovaron su matrícula mercantil el 1 de agosto.
La ruta de la reactivación
De acuerdo con la propuesta del Gobierno, la reactivación económica contempla inversiones por 170 billones de pesos, incluidos recursos públicos y privados.
Estos recursos se destinarían a promover la generación de empleo, a través de una estrategia muy ambiciosa de construcción de obras públicas, con 219 proyectos, que incluyen 28 vías en 23 departamentos del país
También están previstos 100.000 subsidios para la financiación de vivienda nueva urbana, con una inversión de hasta 3,92 billones de pesos, y un mayor acceso a las nuevas tecnologías, para mejorar el acceso a internet de por lo menos 10.000 centros poblados, con una inversión de más de 2 billones de pesos.
Sobre el tema de las empresas, si bien el Gobierno retiró la propuesta de eliminar los costos laborales no salariales relacionados con aportes de salud y parafiscales y reducir los costos para el despido de trabajadores, sí hace un análisis en el documento de los obstáculos que impiden a las empresas ser más competitivas y plantea la necesidad de corregirlo en esta estrategia de reactivación.
“Los costos de la nómina de los empresarios, que representan entre el 9 % y el 22 % de su utilidad bruta anual, según el tamaño de la empresa (DNP, 2019), sumada a la contracción de demanda de bienes y servicios por la coyuntura actual, son unas de las posibles causas por las que se disminuye la probabilidad de crear y mantener empleos formales”, afirma.
Y recuerda que en Colombia los costos laborales no salariales (es decir, seguridad social y aportes parafiscales), son mayores que en los demás países de la región y de toda la OCDE y que el despido de un trabajador puede representar hasta el 8 % por encima de su salario.
“Por las razones anteriores, se deben considerar acciones que estén encaminadas a la flexibilización laboral, teniendo en cuenta las dinámicas de la zona rural, las nuevas formas de empleo, incluido el teletrabajo, y los grupos vulnerables como mujeres y jóvenes”, agrega el documento, que, sin embargo, se remite a lo que determine la misión de empleo, que es la encargada de identificar las principales barreras para la recuperación en esta materia.
La poca internacionalización de nuestra economía (las exportaciones solo aportaron el 3,3 % del PIB en 2019), la alta dependencia en las actividades extractivas y el bajo acceso al financiamiento por parte de los empresarios, son otros de los factores sobre los que, afirma el documento, debe trabajarse en la reactivación.
Un documento que apenas es un abrebocas de la discusión que deberá dar el país sobre el camino que deberá seguir para reactivarse después de la pandemia del Covid-19.