Antes de llegar al cementerio, el féretro recorrió gran parte del pueblo. El recorrido duró cerca de una hora/ La familia de Danilo Gutiérrez desea que haya justicia. Fotos suministradas.
REDACCIÓN Q’HUBO
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Con todas las de la ley y con mucha nostalgia, cientos de residentes de Payandé le dieron el último adiós a Danilo Gutiérrez Prada, el hombre, que según testigos, fue asesinado por su cuñado en una tienda del sector Resacas, vereda Salitre de ese corregimiento.
La iglesia quedó chiquita para la cantidad de asistentes que tuvieron las exequias. Por la romería de personas, la misa tuvo que llevarse a cabo en la cancha principal.
Durante el velorio y en el recorrido al cementerio, no dejó de sonar el éxito llanero ‘Ya no le caminó más’, la canción que Danilo siempre cantaba a todo pulmón a donde llegaba.
“Danilo era un ser muy especial. Tenía mucho carisma y por eso mismo la gente lo quería. A donde llegaba marcaba la diferencia. El pueblo está muy triste. Lo extrañamos demasiado”, expresó una persona que prefirió reservar su identidad.
Resentimiento por herencia
Q’HUBO conoció que hace nueve años la relación entre Danilo y el esposo de su hermana, Jairo Peña, se volvió conflictiva.
Según una fuente, todo inició por una herencia que dejaron los padres de Danilo: “Dulcey Gutiérrez y Doris Prada dejaron una finca que se repartió entre los cinco hijos. Danilo quiso quedarse con la casa que tenía la finca, pero su hermana Ángela insistía en que la casa también debía repartirse. Ahí nació el conflicto”.
Durante un tiempo, los enfrentamientos verbales entre Danilo y Jairo se volvieron constantes. Según testimonios de la familia, Jairo tenía una restricción y no se le podía acercar a Danilo, sin embargo, el fin de semana anterior pasó por alto esa medida.
La tragedia
El sábado 8 de julio, a eso de las 10:30 de la noche, de acuerdo con la versión de los familiares del difunto, Jairo llegó a una tienda del sector Resacas, donde Danilo compatía unos tragos con unos familiares.
“Mi tío decía que ya no quería problemas. Así las cosas, le ofreció un trago a Jairo, pero él se lo tiró en la cara. Ahí inició la tragedia. Mi tío tenía un machete y Jairo un arma de fuego. Algunas personas ya habían asegurado que Jairo decía que había comprado el arma para matar a mi tío”, afirmó un pariente.
Presuntamente, Jairo disparó unas seis veces. Por lo menos, tres impactos ingresaron al cuerpo de la víctima.
“En un carro, mis familiares trasladaron a mi tío hasta Ibagué, pero llegó muerto. No se le vio una gota de sangre. Al parecer, tuvo una hemorragia interna. Mi tío era el mayor de los hermanos y uno de los pilares de la familia. Era esa persona en la que confiábamos, a la que le pedíamos consejos, la que nos ayudaba. Lo amábamos”, añadió la fuente.
De Jairo se conoció que tuvo heridas con arma blanca en la cabeza. Al parecer, en su vehículo llegó hasta Payandé. De acuerdo a los testimonios, permanece en un centro médico.
DATO
Danilo Gutiérrez Prada tenía 57 años. Era dueño de una mina de piedra y amante de la música llanera. Hacía parte de una asociación de mineros.
DATO
Por lo menos tres disparos propinados por el pariente acaba-ron con la vida del querido líder. La familia espera el reporte de Medicina Legal.
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