IBAGUÉ. Cada vez que terminaba un combate con la guerrilla, Víctor Hugo Ramírez Lozano, soldado profesional, se comunicaba con su familia para compartir sus éxitos, orgulloso de su valentía al enfrentar las balas de la guerra. “Era como una fiesta para él”, recordó en medio de su consternación, Stella Lozano, progenitora de Ramírez.
En medio de su angustia por proteger a su amado hijo mayor en las montañas del Caquetá, lo encomendaba a Dios y a la Virgen, como lo hizo la última vez que escuchó su voz: El 12 de febrero a las 5:49 de la tarde. Sólo hasta el miércoles, a las 9:00 de la noche, volvió a tener noticias de él. Había muerto en un ataque a los militares en Florencia.
“Nos destrozaron la vida”, decía Stella mientras recordaba que la última vez que lo vio a su hijo, fue el 6 de diciembre, luego de un mes de permiso en Ibagué. “Él no se quería ir, nos dijo que se tenía que ir pero que le dolía dejarnos. Lloró mucho”, contó.
Según los comandantes del Ejército, Víctor murió como un héroe, pero para su familia no es así, es una tragedia. Desde Florencia, la novia del soldado llamó a la familia, y les explicó que él había muerto intentando ayudar al soldado Ríos, su compañero.
Con grandes metas
Los ojos por los que Stella veía eran los de Víctor Hugo, quien desde pequeño creció con la idea de regalarle una casa a su familia, conformada por su hermano de 17 años de edad y sus padres, quienes actualmente viven en la carrera segunda número 2 – 80, del barrio Libertador.
Terminó el bachillerato en el 2009, y el 10 diciembre tuvo que prestar servicio, un año después, decidió continuar en el Ejército e hizo el curso de soldado profesional en Nilo, Cundinamarca. Luego fue trasladado al Caquetá, donde ya llevaba dos años.
“Él era muy bueno con todo el mundo, muy especial con la familia, le daba todo lo que necesitaba al hermanito”, dijo Nelson Ramírez, padre de la víctima, quien a su vez, contó que su hijo trabajaba incluso cuando estudiaba arreglando casas, haciendo aseo.
En el momento que fue asesinado, estaba en proceso de ascenso, quería hacer el curso de suboficial del Ejército.
La masacre
COLPRENSA. Víctor Hugo Ramírez, fue uno de los siete soldados de la Sexta División del Ejército que murieron durante combates que tropas de esa unidad militar sostuvieron con integrantes del Bloque Sur de las Farc, en jurisdicción del municipio de Milán (Caquetá). Las autoridades también tratan de establecer el número de guerrilleros abatidos. El hecho se produjo en momentos en que los militares detectaron movimientos de unos 150 guerrilleros de esa estructura insurgente que pretendían tomarse el corregimiento de San Antionio de Getuchá. El general Emiro José Barrios, comandante de la Décimo Segunda Brigada del Ejército, dijo que en la acción también resultaron heridos a cinco soldados, que fueron trasladados en aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) hasta Florencia, capital de Caquetá, y luego en ambulancias a la clínica Mediláser. El Bloque Sur de las Farc, al mando de Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias ‘El Paisa’, se había trazado como objetivo golpear a las unidades del Ejército que protegían a la población civil. Inmediatamente se tuvo conocimiento de este hecho, la FAC destacó aeronaves de las unidades aéreas cercanas, con el fin de y repeler el ataque desde el aire brindando seguridad a las tropas en tierra. “Se lanzó una operación en lo profundo de las entrañas del Bloque Sur, con el propósito de proteger a nuestra población civil de San Antonio de Getuchá, presentándose combates con el grueso de la estructura terrorista”, dijo el general Barrios.
Según el oficial, el combate también dejó varios muertos de la guerrilla. “Por informes de inteligencia se tiene conocimiento que el Bloque Sur está evacuando un número indeterminado de terroristas muertos y heridos”, aseguró.
Este miércoles por la noche continuaron los combates en el área, producto de las acciones de persecución que adelantaban las tropas sobre los guerrilleros que ejecutaron el ataque.
