Margarita María londoño qhuboibague@gmail.com
La familia es la unidad principal responsable del desarrollo de cada uno de sus integrantes. Este es el primer espacio donde se aprende a desarrollarse uno como persona, además es el pilar que nos prepara para la participación y desenvolvimiento en la sociedad. Con la interacción familiar se logra formar el carácter y el criterio mediante el ejemplo de principios y valores infundidos. En cierta medida son el aprendizaje, los recuerdos y las experiencias vividas los que fundamentan el crecimiento individual.
A decir verdad, hay que entender que en la familia existe la diversidad entre sus integrantes, lo que requiere de una inclusión adecuada de manera cuidadosa, la convivencia con los padres, hermanos, primos, tíos, etcétera, es tan importante para fomentar el respeto frente a la diferencia de unos con otros. Específicamente, este contexto es el precursor como primera escuela para el desarrollo físico, cognitivo, psicológico y social de cualquier persona.
¡Todo lo que se aprende en casa se aplica fuera de ella! Aunque el núcleo familiar nos dé la seguridad suficiente, también tiene como obligación primordial formarnos para enfrentar situaciones internas y externas, potencializando las habilidades, evitando modelos de sobreprotección, permisibilidad, autoritarismo y codependencia. Las enseñanzas deben de ir enfocadas hacia la autonomía e independencia.
El proceso de evolución de una persona se basa en la forma como se siente y se ve en cuanto a la relación primaria, familiar, responsabilidad que lleva consigo a los aspectos que predominan en la personalidad. Para todos sería fenomenal contar con una excelente convivencia, pero no siempre esa es la realidad. En muchas ocasiones las peores crueldades se reciben de quienes deberían brindar el mayor apoyo. Si alguien es vulnerado en sus derechos dentro de la estructura familiar se verá afectado en su desarrollo humano.
El rechazo, el abandono, la injusticia, el engaño, la humillación y la traición son afecciones afectivas que se ven inmersas en la inadecuada manera de relacionarse en los distintos grados de consanguinidad. Las lesiones psicológicas que presentan los seres humanos radican en las heridas producidas por algunos integrantes de la familia en las etapas tempranas y que en la medida del tiempo prevalecen.
Sostener una buena relación de cualquier índole, incluye el cuidado y la responsabilidad emocional de los demás, especialmente de quienes llevan nuestra sangre. Sin embargo, los conflictos son normales mientras que estos no dañen a nadie. Se presentan para ser solucionados y aprender de ellos.
Las buenas relaciones familiares sirven para sentirnos seguros, estables y amados. Ser cordiales con un toque de empatía fomenta una verdadera armonía en el ambiente; el cariño, afecto, la comprensión y el buen trato construye seres humanos sanos capaces de multiplicar lo que han recibido.
Ten en cuenta que los lazos de consanguinidad son una prioridad, más no una opción. Nadie elige a su familia al nacer, pero lo que sí se puede hacer es ir estructurándola de la mejor manera posible. De nada sirve atacarse unos a otros, ya que la familia está para valorarse, cuidarse, apoyarse y ayudarse incondicionalmente.
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BENEFICIOS DE MEJORAR LOS VÍNCULOS FAMILIARES:
1 Ayuda a enfrentar las dificultades diarias con mejor actitud.
2 Genera experiencias y
recuerdos significativos.
3 Aumenta la autoestima.
4 Fortalece los vínculos
afectivos.
5 Reduce el estrés.
6 Produce sentimientos de
felicidad.
7 Incrementa la confianza.
8 Aumenta la comunicación asertiva.
9 Permite obtener satisfacción y bienestar personal.
10 Reduce el riesgo de
inconvenientes conductuales.
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TIPS PARA TENER UNA EXCELENTE CONVIVENCIA
1 Respeten la diferencia de cada uno de los integrantes.
2 Delen resolución a los conflictos que se presenten.
3 Desarrollen la tolerancia y la comprensión.
4 Pasen tiempo de calidad.
5 Manténganse en contacto por cualquier medio de comunicación.
6 Cuando compartan juntos, aléjense del celular.
7 Apóyense en lo que puedan.
8 Programen actividades donde compartan todos.
9 Celebren los logros y las fechas especiales.
10 Motívense unos a otros.
11 Reconozcan las habilidades, talentos y destrezas de cada uno.
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