La crisis sanitaria tendrá como consecuencia en el mercado de trabajo aumentar la desigualdad entre los trabajadores con escasa formación y los altamente preparados, debido principalmente a la digitalización y automatización, analizaron hoy expertos en un debate del Foro de Davos.
La tendencia ya era clara antes de la pandemia. Los ingresos de los trabajadores altamente cualificados han progresado de forma significativa en los últimos años, mientras que los de los trabajadores poco cualificados bajaron o, en el mejor de los casos, se estacaron.
La demanda de trabajadores del primer grupo es elocuente, dijo el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Angel Gurria.
Su proporción ha aumentado en un 25 % en los países de la OCDE en los últimos veinte años, anotó el responsable en un panel que discutió las necesidades de formación de la fuerza laboral mundial.
La pandemia, afirmó, está golpeando de forma desproporcionada a los trabajadores menos cualificados, así como a los sectores de la economía en los que están más presentes, por ejemplo, los restaurantes y el comercio al detalle.
Según Gurria, el aumento de la tasa de desempleo en ese grupo de trabajadores tiene varios riesgos, como la posibilidad de que permanezcan inactivos por un largo periodo y que su vínculo con el mercado de trabajo se debilite.
También los jóvenes llamados a entrar en el mundo del trabajo afrontan retos adicionales por la pandemia porque “lo más probable es que accedan a menos formaciones y ganen menos experiencia de lo normal”.
Gurría sostuvo que se necesitan macropolíticas laborales que recorten el periodo de recesión, así como políticas nacionales dirigidas a formar y especializar a los trabajadores.
“De lo contrario, los países no saldrán adelante tras la pandemia”, vaticinó.
El responsable de la conducción de la OCDE puso como ejemplo de política adecuada la medida de desempleo parcial adoptada en países como Francia o Suiza, y que implica ayudas públicas para reducir las horas de trabajo del empleado, lo que tiene la ventaja de que este no pierde su puesto.
En una situación como la actual, los trabajadores menos cualificados tienen entre el 30 y 50 % menos de oportunidades de recibir alguna formación.
“Nos estamos moviendo hacia un mundo más numérico, digital y tecnológico, y los trabajadores deben adaptarse”, indicó.
En la misma sesión del Foro de Davos, que este año se realiza de forma virtual, el consejero delegado de la multinacional de recursos humanos Manpower, Jonas Prising, dijo que dentro de la categoría de trabajadores con poca formación se debería dar prioridad a mujeres y jóvenes en materia de formación.
“Los responsables políticos deben tomarse esta situación tan en serio como lo hacen con el cambio climático”, sugirió.
Sostuvo que la polarización del mercado de trabajo puede llevar, una vez pasada la pandemia, a una polarización social que debe ser anticipada y que podría evitarse tomando las medidas necesarias.