La antigua zona Industrial Chapetón tiene nueva cara. Ahora es parque empresarial

Vista del parque empresarial Chapetón desde la vereda El Gallo. Fotos: Hélmer Parra / Suministradas/ Q’Hubo Ibagué.

La antigua zona industrial Chapetón, ubicada en el cañón del Combeima, durante más de 50 años albergó importantes fábricas de bebidas, textiles, plásticos, procesamiento de algodón y otras actividades, hasta la primera década del 2000, cuando diversos factores llevaron al cierre de compañías como Fatextol, Profilácticos del Tolima, Plastitol y Fruver & Cia. Ltda.

Este complejo empresarial, que generó empleo y fue protagonista de una época dorada de la economía regional, reabrió sus puertas de manera reciente, tras casi 10 años de cierre. Ahora es administrado por una importante empresa de la región que arrienda espacios a otras organizaciones de diferentes sectores y que se dedican a diversas actividades.  

Historia

Entre 1943 y 1950, Bavaria Kopp’s Deutsche Bierbrauerei, empresa creada en 1890 en Bogotá, amplió sus operaciones en Colombia y construyó las fábricas de Bucaramanga, Girardot, Buga, Villavicencio, Neiva, Armenia y la de Ibagué, que empezó a edificarse en unos predios ubicados en el kilómetro 2.5 de la vía al Nevado del Tolima. 

La cervecería de Chapetón, que se empezó a construir en 1943 y se terminó en 1949,  tenía capacidad para producir un millón 900 mil litros anuales de cerveza de todas las marcas que comercializaba la compañía en su momento. 

Esta industria operó en el cañón del Combeima durante 19 años, hasta 1968, cuando una crisis económica y directiva obligó a Bavaria a cerrar la fábrica, cuyas instalaciones permanecieron abandonadas hasta finales de la década del 80.

Antiguas instalaciones de la fábrica de Bavaria.

Llegada de nuevas empresas

Luego de la tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, el Congreso de la República creó la Ley 44 de 1987, con el objetivo de otorgar estímulos tributarios a las empresas que decidieran establecerse en la región y contribuyeran, a través de sus operaciones, a la reactivación económica del Tolima, Caldas y Risaralda.

Fue así como empezó un ambicioso proceso de industrialización en 1989 con la llegada a Ibagué de empresas como Fibratolima, Fatextol, Gradinsa, Recubrimientos Internacionales, Profilácticos del Tolima, Construyendo, Empaques Colapsibles, Fábrica de Empaques para Alimentos, Plastitol, Industrias Aliadas, entre otras.

En total fueron 45 empresas las que decidieron apostarle a la ciudad con la proyección de emplear a cinco mil personas, y gracias a la Ley 44 generaron tres mil 314 empleos directos, dos mil 500 indirectos y para abril de 1992 ya habían invertido 73 mil millones de pesos.

La Fábrica de Textiles del Tolima (Fatextol), se constituyó gracias a la misma ley y en 1989 llegó a ocupar algunas de las bodegas que Bavaria había dejado abandonadas. 

Antiguas instalaciones de Bavaria en la actualidad.

Era una fábrica dedicada a la producción de telas y tejido de punto, al tiempo que  confeccionaba, llegando a exportar un millón de prendas mensuales a Estados Unidos. 

Con la actividad de esta empresa, junto a Fibratolima y Texpinal, se gestó una época dorada para el sector textil del Tolima, pues las prendas manufacturadas llegaban a mercados de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. 

Tras la llegada de Fatextol también se establecieron en el cañón del Combeima otras empresas como Profilácticos del Tolima (Profilac), dedicados al procesamiento de algodón para usos farmacéuticos y cosméticos; Plastitol, que fabricaba varios artículos de plástico como tapas, tapones, agarraderas y recipientes de muestras para pruebas de laboratorio.

Asimismo, Tolibolsa, dedicada a la producción de toda clase de empaques y bolsas, y por último, Fruver S.A., dedicada a la producción, procesamiento y mercadeo de alimentos; frutas a granel, licores envasados y alcoholes antisépticos. 

Todas estas compañías contribuyeron al crecimiento y desarrollo económico de la ciudad y generaron empleo entre los habitantes de Chapetón y la zona urbana de Ibagué durante casi 20 años. 

Sin embargo, factores como la apertura económica, el crecimiento de las importaciones, la disminución de hectáreas cultivadas en algodón, la competencia china, el aumento del contrabando y el encarecimiento de las materias primas, obligaron al cierre definitivo de la compañías y con ello se generó una pérdida de centenares de empleos.

Operarias de confección durante la primera década del 2000.

El renacer 

La última empresa en abandonar la zona industrial Chapetón luego de su cierre fue Fatextol, que funcionó durante toda la década del 90, entró en un proceso de reorganización en 2008 y finalmente fue liquidada en 2014. 

Luego de esto, el complejo de enormes bodegas quedó desocupado durante 10 años, hasta 2018, cuando una compañía privada del Departamento pasó a administrar el predio que luego de varias adecuaciones fue reabierto como un renovado parque empresarial en el que arriendan bodegas desde 30 hasta cinco mil metros cuadrados.

Los espacios que alquilan dentro de este espacio son adaptados de acuerdo con la necesidad de cada empresario que necesite desarrollar la operación de sus negocios de consumo masivo, agroindustria y demás actividades que requieran disponer de cantidades considerables de carga para distribuir y comercializar.  

Varias organizaciones, como Justo & Bueno, Gana Gana, Bocared, Pollos Tropical, entre otras marcas, se han establecido en el Parque Empresarial Chapetón que tiene zonas comunes iluminadas, cafetería, parqueaderos, zonas verdes, vigilancia las 24 horas, subestación y planta eléctrica, cerramiento electrónico, amplias vías de acceso y patios de maniobras para vehículos de carga. 

DATO

Durante el apogeo de las empresas de la Zona Industrial Chapetón, estas llegaron a generar empleo para dos mil personas, mano de obra tolimense con la cual se conquistó el mercado internacional.

LA CIFRA

5.5 hectáreas es el tamaño del parque empresarial Chapetón.

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