Justo y Bueno le hace el quite a la crisis

Justo y Bueno tiene presencia en 28 ciudades del territorio nacional. Foto: Colprensa.

Redacción Q’hubo – qhuboibague@gmail.com

Hace cinco años la cadena de almacenes Justo y Bueno inició sus operaciones en el país con la estrategia de ofrecerles a los clientes productos nacionales de calidad y con grandes descuentos. No obstante, la compañía afronta una crisis económica que, incluso, ha puesto en riesgo su existencia. 

A pesar de ello, Justo & Bueno apuesta por un plan de reactivación para seguir vigente. Q’HUBO le cuenta de qué se trata.

¿Por qué Justo y Bueno está en crisis?

Hubo varios factores que llevaron a la compañía a tener una crisis económica. Según le contó un vocero a Q’HUBO, la pandemia del COVID-19 los obligó a implementar una restricción en la circulación de las personas, sumado a los desmanes que provocaron en varios almacenes a causa de los paros en el primer semestre de 2021, afectando su economía. Esto llevó, por ejemplo, a que Justo y Bueno no les pudiera pagar a sus proveedores (sufriendo un serio desabastecimiento) y ni a sus arrendatarios. En Cali, por ejemplo, hubo un cierre de tiendas por esta situación, aunque hay otras que aún operan en otros municipios del Valle del Cauca.

Foto: Colprensa.

¿Qué ha hecho la empresa durante este tiempo?

Si bien algunos proveedores se fueron de Justo y Bueno, otros se quedaron y durante esta época de crisis siguen surtiendo los almacenes. Entonces con las ventas de dichos productos la compañía mantendrá una fuente de ingresos y eso le permitirá, por ejemplo, pagar la nómina de sus 7 mil colaboradores directos, quienes también han doblado esfuerzos para ayudar a la empresa. “Nuestros proveedores ya comenzaron a despachar producto de nuevo y estamos empezando a tener abastecidas nuestras tiendas con productos que los clientes tradicionalmente han encontrado”, explicó Michel Olmi, gerente de Justo y Bueno.

¿Cómo se piensa salvar a Justo y Bueno?

La empresa desarrolló a finales de 2021 un plan de reactivación que se divide en tres partes. La primera es buscar que Justo y Bueno tenga un patrimonio autónomo que garantice el pago de sus obligaciones. El segundo es permitir que algunos proveedores se conviertan en accionistas, de esta manera las ganancias de la compañía van directamente hacia la deuda que hay con ellos. Esto se suma a la llegada de más inversionistas, quienes con su capital les dan oxígeno a la economía de la compañía.

Foto: Colprensa.

La última salida a esta problemática

La tercera parte del plan de reactivación está relacionada con la solicitud que le hizo Justo y Bueno a la Superintendencia de Sociedades para que la empresa sea admitida en la Ley 1116 de 2006 de reorganización (que busca preservar empresas viables y normalizar sus relaciones comerciales y crediticias). Esta solicitud podría ser aprobada a mediados de este mes. De esta manera, habría luz verde para conseguir el propósito de la reactivación y, así mismo, iniciar el pago a los arrendatarios de locales.

Apoyo de los colombianos, ¡Clave!

Justo y Bueno le informó a Q’HUBO que mantendrá su filosofía de ofrecer productos de calidad y al precio justo. Las tiendas serán abastecidas por 450 proveedores nacionales (que son pequeñas y medianas empresas). Habrá, seguramente, algunos productos nuevos. En esa medida, con la campaña #JuntosSomosBuenos, la compañía espera seguir contando con el apoyo de sus clientes para que sean claves en este proceso de reactivación y salvación.

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