IBAGUÉ. El aislamiento social por el Covid 19 tiene a cientos de ibaguereños encerrados en sus casas y sin posibilidad de conseguir ingresos. Aunque el alcalde Andrés Fabián Hurtado aseguró que la Administración ha entregado más de 30 mil ayudas humanitarias y espera reunir 150 mil con la ayuda de la comunidad y la Gobernación, reconoció que será imposible suplir las necesidades de la mayoría de ciudadanos.
La emergencia sanitaria por la pandemia ha despertado la solidaridad de muchas personas y colectivos, quienes han llevado alimentos a la mesa de los más vulnerables, pero aún quedan muchos por ayudar. En esta edición, Q´HUBO le da a conocer la historia de dos familias a las que el virus le agudizó sus condiciones de vida. Un caso es el de la pequeña Dulce, de siete meses y con microcefalia, y el otro el de Julieth Aguirre, paciente de cáncer y miembro de la comunidad Lgtbi.
La pequeña Dulce
Dulce, completa una semana hospitalizada en el Federico Lleras Acosta. Llegó al mundo hace siete meses con microcefalia, un trastorno neurológico poco frecuente en el que la cabeza de un bebé es bastante pequeña. De su manutención se encargaba su abuela materna, quien antes de la cuarentena trabajaba en un restaurante.
Sin embargo, por las restricciones que ordenó el Gobierno Nacional el local cerró las puertas
Así las cosas su madre y abuelita no tienen con qué comprarle pañales y pañitos, entre otros elementos que un bebé necesita. Los amigos de la familia, emprendieron en redes sociales una campaña para ayudar a la bebé. Los interesados en unirse, pueden llamar al 320 245 75 73.
Julieth tiene cáncer
Julieth Aguirre, es una ibaguereña de 27 años y madre de un niño de siete, que desde el 2017 lucha con un cáncer linfático. La cuarentena los tiene encerrados en una casa del barrio Topacio de Ibagué sin ninguna posibilidad de ingresos.
La joven, miembro de la comunidad Lgtbi, le contó a Q´HUBO que la situación es bastante complicada ya que económicamente depende de su madre, una vendedora informal que por el Covid 19 tampoco ha podido volver a laborar.
“Mi mamá hacía tamales y comidas especiales pero por el virus no ha vuelto podido a vender nada. Estamos los tres encerrados, el niño y yo no podemos asomarnos ni a la puerta. De la Alcaldía me han llamado, he presentado la historia clínica pero las ayudas no llegan y ya no tenemos nada que comer”, dijo.
Los ‘buenos corazones’ la pueden contactar al celular 314 244 32 14.