REDACCIÓN Q’HUBO
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La mañana del sábado se conoció el fallecimiento de Juan Bernardo Mejía Flomin, el ibaguereño que permaneció más de ocho años en estado vegetativo como consecuencia de una golpiza que le propinaron, con palos y ladrillos, en una discoteca de la ciudad.
La noticia la dieron a conocer a través de redes sociales los parientes del muchacho: “No hay palabras. Solo todos los bellos recuerdos de los momentos que tuvimos la oportunidad de compartir en vida. Nos queda la satisfacción de haberte amado siempre y así será por siempre. Una justicia terrenal que nunca llegó, una barbarie que nunca debió pasar”, escribió uno de ellos.
La madrugada del 25 de octubre de 2014, la vida de Juan y su familia se partió en dos. El joven compartía con unos amigos en el amanecedero Rancho San Miguel, que en ese momento estaba ubicado vía al Aeropuerto Perales.
Según testigos, Juan fue al baño y en la fila se formó una discusión con Mario Troncoso. Luego César Troncoso y otros amigos de Mario se metieron y también empezaron a golpear a Juan Bernardo.
En diálogo con un medio de comunicación nacional, una de las amigas de Juan, recordó que Mario, César y otras personas quitaron hasta una parte de una pared para tirarle pedazos de ladrillos a Juan. Le habrían pegado en la cabeza también con un palo de escoba y un pedazo de guadua.
Aunque el muchacho salió consciente de la discoteca, el diagnóstico fue muy grave: trauma craneoencefálico severo. Fue intubado y le practicaron varias cirugías, entre ellas una craneotomía.
En una entrevista, Hilda Flomin, madre del joven, señaló que los médicos le encontraron pedazos de ladrillo en el cerebro. “A Juan le tuvieron que sacar la mitad del cerebro. Los médicos nos dicen que quedó en estado vegetativo y de ahí no va a salir”.
Durante todos estos años, la familia le brindó todos los cuidados y lo llenó de amor. Juan Bernardo era el menor de tres hijos, había estudiado cocina en Argentina y entre sus planes estaba darle vida a un restaurante de su propiedad.
“Ese día yo le dije que no saliera. Los amigos lo llamaron y él ya estaba dormido. Yo le dije que se quedara”, puntualizó hace unos años la progenitora.
PENAS POR LESIONES PERSONALES
El caso es recordado por las bajas penas que recibieron César Troncoso y Mario Troncoso, agresores de Juan. Aunque la familia inició un proceso penal por el delito de tentativa de homicidio, luego de dos preacuerdos, el delito quedó en lesiones personales con exceso de legítima defensa. En octubre de 2022, el abogado de Juan, Julio Andrés Lozano, informó que el juzgado Sexto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Ibagué, había reiterado orden de captura en contra de Mario Troncoso Troncoso ( foto). Es de recordar, que en 2017, el Juez Segundo Penal del Circuito condenó a 47 meses de prisión y le concedió el subrogado de la suspensión condicional de la ejecución de la pena. Hasta el momento, el paradero del ciudadano se desconoce.
César Alejandro Troncoso Camacho, fue condenado a 84 meses de prisión (siete años), y a quien le fue concedida la detención domiciliaria por el delito de lesiones personales con deformidad permanente, lo que rebajó la condena, además porque pagó una indemnización de 100 millones de pesos. En febrero de 2020 la prisión domiciliaria le fue revocada debido al incumplimiento de Troncoso Camacho, pues adjuntaron unos informes de la universidad donde estudiaba. En la actualidad paga su condena en prisión.
DATO
24 años tenía el muchacho al momento de la agresión.
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